Becas para estudiantes de medicina en Cuba

Becas para estudiantes de medicina en Cuba

Una vida que llega y se escapa, que muere del susto o la resignación. Muchos sueños que se esfuman y un montón de frustraciones para quien no pudo salvarla, porque la jungla americana desconoce de hospitales, y llegar a ellos es estar muerto ya, puesto que dinero nunca hubo. Al fondo de la escena, un joven que mira abrumado entiende la suerte de su gente y decide estudiar, con su miseria a cuestas, medicina en Cuba.

Sabe de la beca por alguien más, un comentario ¿casual? que ahora le decide a hacer algo por los que ama. La isla ayuda a jóvenes de escasa economía, provenientes de regiones rurales o zonas de exigua atención a la salud, a encauzar sus sueños de emprender rumbos por las Ciencias Médicas.

Cada año, los programas de becas internacionales de varios países de África y América Latina y el Caribe ofrecen la opción de Estudios Superiores en la Escuela Internacional de Medicina o en las Facultades de Ciencias Médicas existentes en las catorce provincias de Cuba.

¿Requisitos generales? Título de Bachiller, menos de 25 años, residir en zonas rurales o lugares donde el acceso médico sea mínimo, que los recursos familiares impidan costear la Universidad, y tener aprobadas los exámenes de ciencias exactas, biología química, física y matemáticas con más de la mitad de los puntos.

Previa coordinación con cada país, las becas son promocionadas por los Institutos que operan los Créditos Educativos y los Estudios en el Exterior. Se brindan equitativamente a hombres y mujeres, y las ofertas suelen rondar la decena.

Si bien es cierto que la búsqueda distingue a aquellos que destacan académicamente por sus conocimientos y capacidades para aprender, puesto que se trata de una especialidad que requiere estudio perpetuo de las técnicas, indagación de nuevas vías de salvación e ilimitada memoria, la cuestión primera que determina es la vocación, el amor a los sacrificios que la carrera implica, la aptitud para velar e interesarse hasta las últimas consecuencias por la vida de otro que es casi como ser Dios y dar o alargar la vida con la ciencia y la fe en los conocimientos propios.

Y por supuesto hay una condición indispensable: El hacer medicina comunitaria, medicina que no cobre allí donde no es asidua la esperanza, medicina que llegue a los desamparados, a los acostumbrados a morir solos sin que nadie le diga a su familia que han hecho todo lo posible para salvarle, o que le aseguren que nada malo ocurrirá.

Es una condición que se cumple en dependencia del compromiso del estudiante con su realidad, con su conciencia, con el respeto y amor por su pueblo y sus gentes. Ser médico es una profesión rentable, pero Cuba apuesta por un médico que viva de su trabajo y para su trabajo con todos y para el bien de todos.

Precisamente el país que exhibe unos de los mejores sistemas de salud del mundo forma a estudiantes de naciones de pobre desarrollo social para dar un acorde de esperanza al orbe, para globalizar un derecho humano esencial, el derecho a la salud, que la democracia capitalista con frecuencia olvida en ansias de promover la libre propiedad privada.

Miles de médicos cubanos andan por las ciudades y campos del mundo africano y latino salvando vidas, llenando de asombro y agradecimiento a las personas y sus proles, revelando las sonrisas de muchos niños, creándolas entre los mayores,

Quiere Cuba, entonces, que sean los propios nativos de esas tierras quienes perpetuen esa noble misión. Para ello crea la opción de hacer la Universidad en Cuba garantizándoles los gastos de matrícula, alimentación básica, alojamiento y seguros de salud, durante los seis años que dura la carrera, además de las correspondientes prácticas en hospitales y en unidades de atención primaria a la salud.

Incluso, muchos de ellos continúan la especialidad en la isla una vez terminados los estudios y vuelven a sus países con una de las mejores formaciones del mundo, no solo académica, sino en valores humanos, para hacer realidad un pensamiento de quien es uno de los pilares en la creación de estas becas, Fidel Castro Ruz, cuando dijo que: “Es una apuesta por la inteligencia frente a la brutalidad y el salvajismo; una apuesta por la educación frente a los instintos; una apuesta a favor de la inteligencia humana...". Una apuesta por la vida, los sueños, y las sonrisas.