Shrek 4: La última puesta en escena de la saga

Esta vez la película animada es dirigida por Mike Mitchell, y cuenta con las divertidas voces en inglés de Mike Myers interpretando a Shrek, Cameron Díaz a Fiona, Eddie Murphy a Burro, Antonio Banderas al Gato con botas, Julie Andrews a la reina Lillian, y en la voz del nuevo villano Walt Dohrn como Rumpelstiltskin.

La vida de Shrek ha cambiado, la emoción de sus días de ogro acabaron, actualmente vive en una supuesta “felicidad”, pero el tedio ya hizo presa a nuestro amigo verde. Todo comienza cuando conoce a un oscuro y mentiroso personaje, Rumpelstiltskin (villano de un cuento de hadas de los hermanos Grimm), quien propone a Shrek un cambio radical de vida, nuevamente con emoción y felicidad.

Shrek cándidamente acepta la propuesta del pequeño embaucador, aunque como era de esperar, éste lo engaña vilmente, y en vez de cumplir lo prometido convierte a Muy muy Lejano, en una tierra gobernada por los malvados, donde los ogros son perseguidos y el malvado Rumpelstiltskin es Rey y cuenta con una corte de brujas.

En este nuevo mundo nadie conoce a Shrek, ni su fiel amigo Burro lo recuerda, sino que ahora le teme; el Gato con Botas es ahora un felino gordo y perezoso; y Fiona es líder de un grupo de ogros rebeldes. Ante tal escenario, Shrek deberá contrarrestar su terrible error y tratar de regresar todo a la normalidad.

Los que siguieron esta historia desde el principio, allá por el año 2001, han visto con agrado las aventuras de un grupo de amigos muy singulares, y quizá lo más importante que deja esta divertida saga cinematográfica es “el concepto de amistad”, que en cada película siempre se destacó.

Hoy el querido ogro verde y compañía nos dejan, pero se despiden con una hermosa imagen grabada en la memoria colectiva de muchas generaciones. Además, se trató de una de las películas que revolucionaron la tecnología del cine de animación, junto a Toy Story.

La última entrega se despide con 92 minutos de buena diversión, con el excelente ingenio al que nos tienen acostumbrados sus creadores y guionistas, y con una historia redonda que cae como anillo al dedo para el adiós de Shrek.