Síntomas del embarazo compartido y el nuevo bebé

Síntomas del embarazo en los hombres

En la página anterior iniciamos nuestro artículo sobre padres primerizos. Ahora trataremos los sobre los síntomas del embarazo compartido y la interacción con el nuevo bebé.

Síntomas del embarazo compartido

Para algunos hombres, el compartir los síntomas del embarazo es un proceso natural que debe aceptarse y asumirse como tal, ya que esto no le quitará nada a su virilidad y hombría. Por el contrario, podría hacer que su pareja se sienta más identificada con usted durante el embarazo, y que le permita conocer un poco de lo que las féminas tienen que atravesar al convertirse en madres. Es por ello que algunos padres experimentan nauseas, vómitos, picazón, e incluso cambios en su cuerpo como consecuencia de algo que se conoce como “embarazo compartido”.

No se asuste al escuchar esto, pero existen hombres que son los que durante el embarazo padecen los síntomas, más no sus parejas, y se piensa que ellos son los que cargan con los síntomas del embarazo.

Algunas manifestaciones adicionales se puedan dar en la forma de antojos inesperados, subida repentina de peso, pérdida de sueño, sensibilidad indescriptible, picazón en el pecho, entre otras.

Desarrollo de afecto hacia el nuevo bebé

Muchos hombres creen que el presentar ciertos indicios de amor, cariño o afecto hacia el feto es una señal de falta de hombría y debilidad. No es así. El poder cultivar desde el inicio el vínculo que nos une con nuestros hijos a través de caricias, canticos y al hablarles cuando se encuentran todavía en el vientre de su madre, es una de las tendencias que los pediatras y especialistas en embarazos fomentan cada vez más.

Recuerdo que al asistir a las clases para padres primerizos en Denver, Colorado, Estados Unidos, los médicos citaron unos estudios científicos en los cuales se había determinado que el hablarle al bebé en el vientre, de forma natural como si se tratase de cualquier niño con capacidad de entendimiento, permite el mayor desarrollo del cerebro y las capacidades cognitivas del no nacido.

Otro de los aspectos que también se debe promover en los padres primerizos es el acompañar a sus parejas a los controles pre natales para que puedan entender que es un ser, aunque muy pequeñito, con el que se está comenzando una relación de por vida.

Y si se trata de clases pre natales o de preparación para el parto, el padre debe preferentemente estar presente en todas ellas a fin de compartir no solo con la madre, sino también con el bebé. Recuerde que el rol del padre durante el embarazo es muy importante, y más aún durante el parto, ya que usted será “todo” lo que la madre y el bebé tienen de apoyo y conexión con el mundo externo, responsabilidad que posee vital importancia sicológica para la gestante.

Interactuando con el recién nacido

Uno de los aspectos importantes de la interacción con el recién nacido es la forma como uno lo carga, transporta de y hacia la cuna, y voltea a su posición original. Recuerde que el cuello del bebé es muy delicado, por lo tanto es importante que aprenda la forma adecuada de sujetar tanto el cuello como la cabeza.

Existen posiciones como la “boca abajo” que pueden provocar la asfixia del recién nacido, por lo que es aconsejable evitarla. Incluso cuando más adelante se voltee por si mismo a dicha posición, es conveniente estar presente observando todo el tiempo para rotarlo en el momento debido.

Pídale a su pareja, madre, familiar o amigo con experiencia de padre que le explique cómo cargar a un recién nacido en los brazos.

Asegúrese que las enfermeras en el hospital le expliquen bien como llevar a cabo todas estas actividades también.

Evite a toda costa caídas o golpes inesperados, porque pueden afectar al recién nacido, sobretodo en la región del frontal de su cabecita que se encuentra blanda y sin mayor protección. Recuerde que la vida de su bebé estará literalmente en sus manos, y en consecuencia no se puede jugar con ella ni por un segundo.

En la siguiente página exploramos lo relacionado al respaldo económico y fuerza emocional de los padres primerizos.