Oscar De la Hoya, un mito, una leyenda, una estrella, pero por sobre todo…, un hombre

Oscar De la Hoya
Oscar De la Hoya - Orgullo Latino

Hay personas que nacen predestinadas al éxito, seres tocados con la varita mágica con polvo de estrellas, de esas que dejan huella en el firmamento deportivo y también en el humano, personas que, independientemente de su origen y condición, lograr llegar a lo más alto y Oscar de La Hoya es uno de ellos.

La imagen de las lagrimas en los ojos del Golden Boy dieron la vuelta al mundo y con él lloraron miles de personas, no sólo los fanáticos acérrimos del boxeo, porque su fama traspaso con creces los breves ángulos de ring, el pequeño gran espacio en que golpe a golpe forjó una leyenda. Las lagrimas de un hombre que a los 36 años anunciaba públicamente su retiro del boxeo en un día de abril de 2009, después de haberlo conquistado todo.

Su palmarés personal lo hace poseedor de 39 victorias y 6 derrotas en el total de sus combates y con 30 nocauts a su haber en una carrera de triunfos que comienzan con el oro olímpico en Barcelona, para posteriormente -e instalado en el mundo del boxeo profesional- obtener 10 campeonatos del mundo, en seis distintas categorías de 130 a 160 libras (58 a 72 kilos), peleando contra contrincantes duros y con oficio y sin duda los mejores de la época como Pernell Whitaker, Julio César Chávez, Bernard Hopkins, Shane Mosley, Héctor Camacho Sr., Félix Trinidad, Fernando Vargas, Floyd Mayweather Jr Arturo Gatti, Genaro Hernández, Ike Quartey Jesse James Leija y Genaro Hernández; dejando tras de sí la estela de su paso con sabor a victoria.

Pero la carrera de un boxeador es breve y el Golden Boy comenzó su declive una noche de septiembre de 2004 cuando cayó sobre la lona y perdió por nocaut ante Bernard Hopkins y llegó definitivamente la noche del 6 de diciembre de 2008 en Las Vegas cuando el filipino Manny Pacquiao lo retiró con un nocaut técnico en el octavo asalto.

Pero aparte de sus glorias deportivas, Oscar De la Hoya ha batido récords de taquilla en el mayor ring de todos, en el de la televisión de pago, medio en el que ostenta las mayores ventas totales, con 2.4 millones de hogares pagando por verle, o lo que es lo mismo 696 millones de dólares de ingresos por sus peleas en la televisión de pago.

Famoso, millonario y considerado un sex simbol por las mujeres, Oscar De la Hoya, el Golden Boy supo retirarse a tiempo, pero sólo del ring, ya que su actividad continúa vinculada a este deporte a través de Golden Boy Promotions, empresa que formó y a la que se ha dedicado en estos años.

Quién diría que este niño humilde, hijo de inmigrantes y nacido en Los Ángeles; cuyo padre influyó y construyo su carrera desde que Oscar era un niño y que aún es una figura relevante en su vida..., quién diría que este niño, tocado por el polvo de las estrellas, escribiría su nombre con doradas letras en el Salón de la Fama y por derecho propio

Pero ni la fama ni la fortuna han cambiado la esencia de este hijo de inmigrantes, quien comparte su fortuna con los desposeídos y más necesitados, devolviendo así a su comunidad el cariño y apoyo que recibió de su parte en sus comienzos y lo hace a través de la Fundación Oscar de la Hoya, que formó en 1995 y cuya misión es la de mejorar la calidad de vida de la comunidad del este de Los Ángeles con iniciativas y acciones en el entorno de la salud y la educación.

Así este hombre exitoso, leyenda viva y un hombre de familia que retribuye a la vida y a su comunidad un modelo diferente, brillante y de estrella, pero por sobre todo; Oscar de la Hoya es un hombre, de los que hay muy pocos.