La huella de los latinos en USA: El Spanglish

Que es spanglish

En el universo de la palabra, sea hablada o escrita, existe un fenómeno de influencias, mezclas y sincretismos léxicos donde intervienen factores tales como la vecindad de poblaciones de diferente idioma, la influencia social y económica de las multinacionales, el consumo de la moda y artículos extranjeros y, como una forma cultural permanente, la indiscutible acción de los medios de comunicación masiva.

No es difícil asociar el uso de extranjerismos a la penetración pasiva de una cultura poderosa en el seno de otras más débiles o permeables. Así lo entendieron autores tales como Emilio Lorenzo, que escribió sobre la proliferación de anglicismos en España en el año 1955 convirtiéndose en un referente en este tema relativamente nuevo.

Entre los países de habla hispana de América Latina, la incidencia de la lengua inglesa, se ha convertido en fuente de curiosidad e investigación dado su desarrollo envolvente después de la Segunda Guerra Mundial.

Esta realidad es otra consecuencia del orden mundial instaurado luego de que “Los Aliados” derrotaran al ejército alemán del Tercer Reich dividiendo el mundo en dos bloques: El bloque Oriental de ideología marxista y con la URSS. a la cabeza y el bloque Occidental a favor del liberalismo económico representado por USA.

En gran medida, Latinoamérica, ha sido absorbida por la cultura dominante de la potencia del Norte y esto se ha transparentado también en el lenguaje. Para algunos autores se trata de un movimiento natural y evolutivo donde se gestan los códigos de las lenguas futuras; para otros, en cambio, manifiesta la degradación de las lenguas puras o el despotismo del poder de un sistema que pone por delante el mercado, por sobre todas las cosas.

Aunque en muchos de los sistemas educativos del continente hispanohablante el inglés es una materia ineludible, el fenómeno parece llevar otro camino distinto al de la enseñanza. Los deportes, la moda, la gastronomía, los programas y rodajes televisivos, la importación de tecnologías y artículos extranjeros y el propio sistema en el que estamos inmersos son una fuente inagotable de estas singularidades del habla en un marco globalizado.

La globalización ha acarreado por sí sola una importante carga de conceptos empresariales de la lengua inglesa tales como “Stock”, “Marketing”, “Consulting” “Staff”, etc. En este sentido cabe señalar que hay casos en que el anglicismo no posee una traducción lo suficientemente ajustada al castellano justificándose planamente su utilización sea en lugar que sea.

Una expresión se considera extranjerismo cuando, teniendo una raíz no autóctona, se usa y entiende sin necesidad de traducción. Si la expresión deviene del inglés se tratará entonces de un anglicismo y cuando la amalgama ocurre en el contexto estadounidense surge el fenómeno llamado spanglish.

Pero el spanglish también llamado ingañol, spangleis, etc. es un fenómeno inverso a la imposición de costumbres por hegemonía política, militar o comercial; es la fusión del inglés con el español sólo que, a diferencia de los anglicismos que se producen fuera de los países de habla anglosajona, el spanglish, se gesta y reproduce en los Estados Unidos, más precisamente en California, Florida, Texas, Georgia, Nuevo México, etc. estados donde el inglés se mezcla con el español por la proximidad de la frontera con México o en los “barrios latinos” que la inmigración ha propiciado en centros densamente poblados como New York.

La inserción del español en los EE.UU. toma su desquite ahora, mediante este fenómeno de la “inmigración” que está revirtiendo, de cierta forma, la dependencia histórica del sur del continente por las economías del norte. La cultura hispana ya no es una visitante en América del Norte sino que se ha asentado hasta convertirse en una fuerza política importante.

El spanglish se manifiesta de variadas formas que oscilan desde “intercalar” frases en español con otras en inglés hasta la confusión de vocablos con pronunciación parecida aunque con distinto significado. Muchas veces estos “vagabundeos” de un idioma en otro ocurren de manera inconsciente porque el proceso se da en estratos profundos del pensamiento donde las asociaciones morfosintácticas buscan nuevas estructuras semánticas. El significado de morfemas y fonemas inventa allí cócteles idiomáticos que serán propios dentro de un contexto.

Si bien esta prestación lingüística está concentrada dentro del país norteamericano se ha extendido, por los movimientos demográficos, a muchas naciones centro y latinoamericanas y aun más lejos por influencia de la música y el film.

Como conclusión podemos decir que la libertad de la expresión no encuentra barreras significativas en la diversidad lingüística del planeta y que, aunque las presiones culturales y las coyunturas de la política internacional estén ejerciendo presión sobre el colectivo cultural de nuestra gente, la plástica del lenguaje no deja de ser una manifestación nítida de nuestras formas de pensar y de vivir.