Crisis, hombres y mujeres

Reflexiones del foro Mujeres de Negocios 2009 en la Universidad de los Andes en Colombia.

Relaciones

Las reflexiones del foro Mujeres de Negocios 2009 en la Universidad de los Andes en Colombia, donde se utilizaron los resultados de la encuesta “Hogares”, los cuales pusieron de manifiesto que las mujeres podrían estar más expuestas a los efectos colaterales de la crisis económica que los hombres, nos recuerdan al clásico del cine español, “mujeres al borde de un ataque de nervios” .

Variables como la dificultad de acceso al mercado laboral, aumento en la carga de trabajo sin remunerar y brecha salarial aún abierta, sirvieron para establecer una mayor incidencia en las mujeres que en los hombres de la crisis económíca.

Una constante que se repite en todas las sociedades en las que las cifras de desempleo son mayores en las mujeres que en los hombres, la desigualdad salarial, si bien se ha reducido en estos dos años y medio de crisis motivado por el descenso de los salarios por la falta de solvencia, sigue abierta y la necesidad de suspender gastos ¬-como el personal doméstico- que no supongan una primera necesidad, ha llevado a las mujeres a vivir de una forma más dura esta realidad.

Mayor emprendimiento, un asunto de supervivencia

Paradójicamente, esta situación que sin duda alguna supondría el levantamiento de las voces de alerta de grupos feministas y pro igualdad, ha puesto de manifiesto otra realidad incuestionable.

Un estudio llevado a cabo en la Unión Europa por el departamento de estudios de mercado del Banco Santander informó que, el 90% de los microcréditos concedidos para proyectos innovadores y de emprendimiento entre los que se desatacan, la artesanía, las nuevas tecnologías y la prestación de servicios, han sido solicitados por mujeres en situación de desempleo, con estudios superiores, madres de niños pequeños, solas o con una pareja estable.

Este resultado, altamente positivo, pone a las mujeres en el punto de partida nuevamente. Y es que, sin ánimo de tirar por tierra ninguna teoría, es más que evidente que existen circunstancias de género que hacen que la vida de una mujer trabajadora y madre de niños pequeños alcance un grado de complicación mayor por el hecho de ser mujer, también es cierto que el instinto de supervivencia lleva a las mujeres a arrojar mejores datos en términos de establecimiento de negocios, emprendimiento, constancia y dedicación.

Pero es igualmente cierto que, en temas de hombres y mujeres, en términos de desigualdad y en términos de tendencias machistas o feministas, también se pasaron los límites y, posiblemente al igual que sucede con la educación infantil y los límites, la especulación y la economía o la falta de ética, las sociedades se estén dando cuenta que no se trata tanto de “volver a los valores tradicionales” como de crear una sociedad en la que hombre y mujeres sean compañeros de camino en pos de un objetivo conjunto y sin que importe en exceso quien hace qué… lo que importa es lograrlo.