Adicción al sexo, un trastorno alejado del placer

La adicción al sexo de la que tanto está de moda hablar está lejos de asociarse al placer, pues es un trastorno que se relaciona con el cerebro.

Hipersexualidad

Son tantos los casos que se han conocido en el último tiempo de adicción al sexo, que el tema ha vuelto a estar en boca de todos luego de que la Sociedad Americana de Medicina de la Adicción (ASAM por sus siglas en inglés) entregara una definición que dista mucho del placer al que muchos la asociaban por antonomasia.

La adicción al sexo no tiene nada que ver con una noche ardiente vivida sin premeditación, tampoco con la concreción de una fantasía sexual de aquellas, sino que trata sobre un trastorno que atañe directamente a la química cerebral en vez de a los impulsos genitales. La definición exacta que se ha dado de este problema es “trastorno cerebral crónico y no sólo un simple problema de conducta relacionado con el consumo de alcohol y drogas”.

Es importante destacar el hecho de que la Asociación Americana de Psiquiatría manifestó que la adicción al sexo se trataría de ahora en adelante como un desorden de hipersexualidad producto de la incesante cantidad de casos en que se observa una conducta sexual excesiva y compulsiva.

Uno de los casos más emblemáticos ha sido el de Tiger Woods, el golfista que perdió bastante luego de reconocer que era adicto al sexo, pero que al mismo tiempo permitió que la sociedad conociera más de cerca el drama que sufren tantos otros, como el conocido Arnold Schwarzenegger.

Entre los muchos estudios que se han hecho sobre el tema a contar de 2009, año en que Tiger Woods tuvo problemas, se halló un vínculo entre esta adicción y la producción de “dopamina” y “epinefrinas”. Estas dos sustancias, según explica la doctora Susan Campling, son las encargadas de elevar la sensación de placer y riesgo que se tiene.

De forma muy lamentable se debe reconocer que la adicción al sexo entrega al sujeto imperado por ella una sensación de plenitud (característico de las drogas), por lo que su necesidad le hace vivir una realidad distorsionada en todo momento hasta llegar al “orgasmo”, momento en el que sacia su necesidad por poco tiempo.

Desafortunadamente el sexo - y la sexualidad misma - va ligado a muchos otros conceptos, como el del amor y por ende muchas veces se observa cómo estas personas “sienten” enamoramiento de quienes le proporcionan simplemente la droga que necesitan para seguir.