Controla el estrés en el trabajo

Estres en el trabajo

Trabajo o cotidianidad… ¿realmente es posible la división?... un problema real, una preocupación, una angustia… estrés, ansiedad…temor. Una situación invalidante que le impide sentirse activo, positivo… feliz.

De nuevo el término universal de la felicidad… ¿qué opinaría si le digo que los problemas reales, los que habitualmente consideramos invalidantes, adquieren virulencia en función del nivel de descontrol emocional que usted le permita a sus pensamientos? Sí, seguro que está pensando que estamos ante una reflexión de auto crecimiento más, pero no, la realidad es que es la mente y siempre ella, quien puede provocar una situación de estrés invalidante, y es únicamente usted quien puede establecer las pautas de control mental necesarias para minimizar el impacto de los pensamientos negativos causantes del desequilibrio de los químicos cerebrales que provocan el aumento de los niveles de ansiedad y estrés y, con ellos, la caída en el rendimiento y la productividad… en el trabajo y en cualquier ámbito de su vida.

Imagine por un momento que pierde su trabajo, se trata sin ninguna duda de un problema grave. En este escenario existen dos alternativas posibles.

  1. Se sienta en un sillón maldiciendo su suerte y viendo como todo en su vida se va complicando, adquiriendo tintes dramáticos hasta terminar perdiéndolo todo
  2. Habla con sus acreedores, gestiona su prestación por desempleo y ve esta situación, como una oportunidad para iniciar un nuevo camino, un nuevo rumbo

Si bien ambos escenarios parten de un problema grave, en el segundo la persona está viendo la oportunidad y la fortaleza, mientras que en el primero, se queda en la debilidad y la amenaza. De nuevo nuestro querido y nunca bien ponderado, FODA llega para sacarnos del apuro en nuestro proceso de crecimiento,

El cerebro, causante del estrés

La ansiedad, el estrés, la angustia y el miedo, son sentimientos invalidantes que parten de la mente. Es únicamente ella quien se encarga de permitir que los fantasmas circulen libremente por nuestro cerebro y nuestro cuerpo, elevando los niveles de tensión arterial, el desequilibrio del sistema nervioso y el bloqueo de la lucidez.

El mundo exterior no es posible cambiarlo, es fundamental ejercitar nuestra mente para descubrir en los momentos iniciales la causa real de la angustia y el sufrimiento que nos acosa y reduce a mínimos nuestros niveles de productividad, eficacia y operativa.

Control mental es igual a liberación del estrés

Ya sabemos dónde está la causa –esa es la buena noticia- la noticia complicada es establecer un método que se adapte a nuestra personalidad y nuestro carácter y que pueda sustentarse en un horizonte temporal de largo plazo, buscando un objetivo: Liberarse del estrés.

“Amar lo que es” es un libro de autoayuda escrito por Byron Katie, ella al igual que Louise L. Hay en “Usted puede cambiar su vida”, establecen que si creemos en nuestros pensamientos y nos permitimos sufrir libremente, estaremos ejerciendo un descontrol emocional que extenderá sus tentáculos a todos los ámbitos de nuestra vida. Sin embargo, si nos cuestionamos nuestros pensamientos… seremos capaces de dejar de sufrir y nuestro equilibrio se restablecerá.

4 Preguntas para iniciar el proceso de control mental

Antes de realizar este ejercicio, concéntrese en el problema que más lo esté estresando en este momento. Tómese su tiempo antes de contestar y deje que las respuestas salgan de su interior.

  1. ¿Tiene alguna base real el pensamiento que le invalida?
  2. ¿Puede usted hacer algo para evitar la situación que le preocupa?
  3. ¿Cree que si se bloquea y deja de realizar sus actividades eficientemente, mejorará la situación?
  4. Evalúe las posibilidades de mejorar que tiene si se concentra en sus actividades versus las puertas que se cerraran si permite que le domine el estrés

Conclusiones

Debe saber que, la experiencia ha demostrado que cuanto más positivos sean los pensamientos que sobre un problema se proyecten, mayores posibilidades se tienen de ver las oportunidades implícitas en el problema y, por lo tanto, más cerca se encontrará de su solución y, además se encontrará con nuevas puertas y nuevos comienzos y todo ello sin perder su equilibrio mental y sin producir un deterioro progresivo de su mente y su cuerpo.