Objetos cotidianos que el cine convirtió en terroríficos

Son objetos con los que nos topamos cotidianamente en nuestras casas, pero que, gracias a la fantasía del cine, adquieren características verdaderamente terroríficas.

Objetos terroríficos

Si hay algo que caracteriza al cine de horror, es que más de las veces no ha necesitado de grandes o monstruosas criaturas para paralizar de miedo a los espectadores. En diversas ocasiones, la magia del cine ha sabido infundirnos miedo tomando como encarnación del mal cualquier objeto simple y pequeño que tenemos a la vista como, por ejemplo, una muñeca, una cama o un triciclo.

Dichos objetos que formaban parte de nuestra cotidianeidad, nunca más fueron vistos con los mismos ojos luego de ver las aterradoras películas que los tomaban como protagonistas.

1Muñeco

Si hay algunas producciones que han elevado a un nivel superlativo la imagen de un muñeco cualquiera como vehículo de fuerzas demoníacas, esas, sin duda alguna, han sido las sagas de Chucki, el muñeco diabólico y Anabelle. Los guionistas parecen haber entendido perfectamente que nada causa más pánico que algo que se parece a una persona, pero que no es una persona. Todo se vuelve más aterrador aún si se trata de un muñeco que descansa en la habitación de los pequeños hijos.

2Triciclo

En 1980, la película “El resplandor”, de Stanley Kubrick, nos mostró que la familia no es ese entorno cálido y seguro que nos venden en el colegio y tampoco un triciclo infantil es el juguete más adecuado para que un niño recorra la casa de un lado a otro. Eso lo pudo comprobar el pequeño protagonista de esta película, Danny Torrance, cuyo triciclo lo llevaba de susto en susto por los pasillos de su propia casa ocasionando que se tope con más de un fantasma.

Pero cuatro años antes, otra película, “La profecía”, también nos mostraba un pequeño triciclo como causante de trágicos sucesos, aunque en esta oportunidad era su conductor, el pequeño Damien Thorn, el anticristo, quien manipulaba el objeto en cuestión con la finalidad de asesinar a su propia madre.

3Cortina de ducha

La película de Alfred Hitchcock, “Psicosis” (1960), dejó para la posteridad una serie de objetos relacionados al mal como, por ejemplo, la mecedora en la que descansa la madre del protagonista Norman Bates. Pero hay uno en especial que se roba la atención del público, nos referimos a la cortina de la ducha en la que se baña Marion Crane (Janeth Leigh), pues es a través de este objeto cuando vemos por primera vez la silueta de la señora Bates que, puñal en mano, se dispone a acabar con la vida de Marion.

El sonido de la cortina, al abrirse violentamente, queda grabado para siempre en la mente del espectador, además, es esta misma cortina la que sirve de mortaja para el cadáver de la infortunada muchacha.

4Televisor

La idea de un televisor como agente del mal se ve plasmada en “Poltergeist” (1982), de hecho, la primera vez que las fuerzas siniestras se manifiestan es a raíz de que la niña protagonista enciende el televisor una madrugada sin el consentimiento de sus padres.

“El aro” (2002) es una película estadounidense basada en una producción original japonesa de 1998. En esta historia, la villana de la película, sale directamente del televisor, desconociendo los límites que separan la realidad de la fantasía.

5Cama

El lugar donde se suele encontrar descanso y paz ha sido transformado por el cine, en algunas ocasiones, en un objeto relacionado con la locura y el horror. Empecemos por mencionar a “El exorcista” (1973), en donde la infestación demoníaca empieza a manifestarse con los violentos movimientos de la cama de la niña.

“Actividad Paranormal” (2009) toma también como protagonista central a una cama en donde una pareja duerme tranquilamente sin sospechar que la cámara de seguridad graba hechos verdaderamente aterradores que desconocemos totalmente entregados al sueño y el descanso.

En 2013, “El conjuro” volvió a presentar a la cama como el más inseguro de los lugares cuando una de las hijas de la familia Perron nota como una fuerza extraña tira, primero de sus sábanas y luego de sus piernas.