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Obsesión deportiva, un problema que afecta a muchos

Sicólogos sostienen que las personas que están obsesionadas con los deportes, no sólo tiene problemas en sus relaciones, sino con la vida real.

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NFL - Fanáticos del deporte

Psicólogos expertos analizan la forma en que interfiere el fanatismo deportivo a las relaciones interpersonales de estas personas, quienes suelen estar particularmente contentas cuando se inicia una temporada, pero afectan el ánimo de terceros ligados a él por lazos sentimentales.

El problema que se ha observado es peligroso no sólo por afectar a terceros, sino también porque la calidad de vida de los mismos fanáticos del deporte se ve mermada, asegura Josh Klapow, sicólogo de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Birmingham.

Para los expertos hay que hacer una diferenciación importante entre ser “fanático” y “adicto” a un determinado deporte, pues cuando pasa a convertirse en una “obsesión” las cosas se complican desde el punto de vista sicológico pues genera conductas negativas y también permite un descuido de las obligaciones reales que tiene la persona.

Ver el fútbol americano puede ser el momento perfecto para compartir sanamente con los amigos o la familia, sin embargo, muchas veces las personas se obsesionan de tal forma que nada basta, pues no importan las horas que tenga que pasar semanalmente para ver partidos, sí es fútbol está perdonado. Perder el sentido de la realidad es una de las peores cosas que nos puede ocurrir, por ello hay algunas directrices que nos sirven de guía para ver en qué estado estamos.

  • ¿Pensamos en fútbol cuando estamos haciendo otra cosa?
  • ¿Nos enojamos cuando nos interrumpen en algún partido?
  • ¿Faltaríamos a un evento familiar para ver un partido de Fútbol?
  • ¿Nos deprimimos excesivamente cuando pierde nuestro equipo?

Quienes demuestren este tipo de conductas (contesten sí a ellas), deberán preocuparse por su estado pues, según Klapow, hay una adicción evidente y es capaz de causarnos muchos problemas con las relaciones interpersonales que tenemos. Como en todo tipo de adicciones, es algo que debemos corregir poco a poco y no de forma radical de un día para otro, por lo que es importantísimo fijar un plan de acción y tener paciencia.

Quienes tengan la intención de cambiar y dejar su “fanatismo por los deportes” a un lado para proteger su vida familiar o personal, pueden intentar hacer algunas de las siguientes cosas:

  1. Anotar semanalmente cuántas horas se ve, oye o revisan resultados deportivos
  2. No ver más de dos horas semanales de deporte (el que nos apasiona)
  3. Confiar en nuestros familiares cuando haya que tomar decisiones como “veo el partido o comparto con mi familia”
  4. Intentar hacer algo para nosotros mismos o socializar en vez de quedarse viendo un partido