Cuando se realiza ejercicio físico se rompen fibras musculares y esto produce sensibilidad y dolor en los músculos. Este dolor aparece generalmente unas 24 horas después de la actividad, por lo cual los músculos se sienten más adoloridos dos días después de ir al gimnasio que al otro día.

Realizar un buen calentamiento antes de comenzar el entrenamiento

Los hombres en general suelen comenzar su rutina de pesas y máquinas sin calentar sus músculos y les cuesta entender que tan importante como el ejercicio en sí mismo es el calentamiento previo y el estiramiento posterior. Calentar incrementa la flexibilidad y disminuye la tensión aumentando el rendimiento físico y previniendo lesiones y dolores posteriores.

Estirar los músculos tras cada ejercicio

Si bien es fundamental el estiramiento al finalizar la sesión de entrenamiento, también es importante estirar cada grupo muscular posteriormente al ejercicio local en que se trabajó. Esto favorece la circulación de la sangre e incrementa el rango y la amplitud de movimientos.

Ayudarse con accesorios para el estiramiento

Utilizar un rodillo de espuma o una pelota de Pilates durante algunos minutos después del ejercicio, para ayudarse a estirar y a deshacer las adherencias del tejido de los músculos, así circula mejor la sangre y se relaja la musculatura. Acostarse sobre la pelota y estirar la espalda sobre la misma resulta muy reconfortante y positivo.

Masajes después del entrenamiento

Regularmente es aconsejable realizar una sesión de masajes de ½ hora para relajar los músculos, favorecer la circulación de la sangre de los músculos y promover la reparación de las fibras musculares rotas durante el entrenamiento.

Descanso

El descanso es fundamental para la recuperación del tejido muscular. Son necesarias entre 8 y 10 horas de sueño para que el cuerpo se recupere y libere hormonas que favorecen la reparación de los tejidos.

Hidratación y alimentación

Hidratarse y alimentarse también es fundamental después de la actividad física para la reparación muscular. Beber suficiente agua para prehidratarse y recobrar las sales minerales perdidas y consumir alimentos que favorezcan la recuperación de las energías gastadas durante el ejercicio.