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Atenas : La Acrópolis emerge en la cuna de la democracia

Caminar por Atenas es montarse en la máquina del tiempo. Es indescriptible inhalar ese aire y jugar a sentirse antiguo.

Atenas
Atenas, Capital de Grecia

Cuna de la civilización occidental y de la democracia actual, Grecia sigue ejerciendo como destino turístico de primer nivel mundial gracias a una de las maravillas del mundo antiguo que todavía continúa en pie en su capital: la Acrópolis y su colosal Partenón.

Pero en Atenas no sólo quedan vestigios del pasado. En esta cosmopolita urbe el viajero también puede disfrutar de su rica gastronomía, alojamiento a buen precio y románticos paseos por los barrios de Plaka y Monastiraki.

El viaje a Atenas no puede ser nunca uno más. Siempre resulta apasionante conocer nuevos lugares y ciudades, en especial aquellas que están dotadas de una belleza singular o un significado histórico de relieve, pero la capital griega es algo más que todo eso. Posee ambas cualidades, pero la cuna de la democracia contemporánea es también el origen de la civilización de Occidente.

Acrópolis

Ya desde el avión, el viajero puede puede vislumbrar la silueta que perfila la Acrópolis y que domina toda esta vasta metrópoli de más de cuatro millones de habitantes. Es el símbolo del país y origen de la ruta idónea por toda la urbe.

Acropolis de Atenas

Acrópolis de Atenas

Resulta imposible detener la historia y, pese a la maravilla contemplativa que supone disfrutar de la Acrópolis y todo el patrimonio que todavía conserva, aunque no en muy buen estado, el visitante se transporta al clasicismo heleno tres mil años atrás y parece confundirse con los protagonistas que le dieron lustre en un inolvidable paseo entre el Erecteión y sus célebres cariátides, los Propileos, el Odeón de Herodes, el templo de Atenea Niké (en obras en la actualidad), el teatro de Dionisos (el más antiguo del mundo) y, en especial, por el colosal Partenón.

Partenón

Pericles ordenó a Fidias la construcción de este imponente templo que está considerado como una de las maravillas del mundo que aún se mantienen en pie. Del siglo V antes de Cristo, mide casi 70 metros de largo, 30 de ancho y cuenta con 48 columnas de mármol de orden dórico y jónico.

Partenon

Partenón del Acrópolis, Atenas

Tras descender de la Acrópolis por su cara sur se puede proseguir el recorrido por las ágoras griega y romana, repletas de vestigios que atestiguan un fastuoso legado de ruinas. Para completar el itinerario, nada mejor que visitar la necrópolis de Keramikos y lo que queda del el templo de Zeus Olímpico, el mayor edificado durante la época clásica.

Museos de Atenas

Estar en Atenas obliga al turista a disfrutar de la conservación de los restos del pasado y, para ello, nada mejor que acercarse hasta el magnífico Museo de la Acrópolis, inmediato al ascenso de la famosa colina. En su interior se pueden admirar las originales cariátides (las que sustentan el Erecteión son copias) y los escasos, aunque espectaculares frisos que se conservan del Partenón (el resto se emplaza en el British Museum). Otra galería que no hay dejar escapar de vista es el Museo Arqueológico y sus increíbles piezas originales como el Poseidón de Artemisos, la máscara áurea de Agamenón o los frescos de Thera.

Barrios de Atenas

Llega la hora del almuerzo y, para saciar el apetito, nada mejor que dejarse llevar por un paseo agradable alrededor de los barrios de Plaka y Monastiraki, cercanos a la Acrópolis, repletos de bares y restaurantes en los que poder gozar de la auténtica comida local: Musaka, ensaladas varias, queso feta, souvlakis o yogurt griego. A lo largo y ancho de estos distritos sus calles también están repletas de comercios en los que abundan los souvenirs.

Hoteles en Atenas

Los Juegos Olímpicos celebrados aquí en 2004 mejoraron las comunicaciones de metro, autobús y sobre todo taxi, así como la calidad de los establecimientos hoteleros. La oferta de alojamientos es extensa y variada, aunque no siempre acorde con el nivel de relevancia que muestra su categoría.

En la plaza Sintagma, centro neurálgico ateniense y donde tiene lugar el peculiar cambio de guardia de los soldados euzones frente al Parlamento, se concentran la mayoría de hoteles en Atenas de mayor nivel, aunque toda la ciudad está plagada de otros también de tres y cuatro estrellas a precios no excesivamente caros y con magníficas vistas. Se puede pernoctar desde 68 dólares la noche.