Uruguay jugó de igual a igual con Francia, pero el partido fue tibio y no alcanzó para ofrecer un partido reñido ni ver goles.

Después de la polémica clasificación de Francia todos ansiaban ver el debut del equipo galo ante un Uruguay que siempre es de temer. Los charrúas tiene dos campeonatos mundiales a su favor y Francia tiene uno; se trata de dos equipos con mucha tradición futbolística que hoy se enfrentaron en el segundo partido de la primera jornada mundialista con un resultado que deja mucho que desear y un desempeño que no deja conforme a nadie.

Primer tiempo

El partido empezó con los dos equipos cautelosos y con mucho cuidado en el ataque, con mucha disputa del balón en la media cancha y con chispazos de peligro casi imperceptibles. No es hasta el minuto 16 que un desborde de la mejor carta de ataque de Uruguay -Diego Forlán- asustó la portería francesa con un potente disparo de fuera del área. Dos minutos más tarde del aviso de Uruguay y la respuesta francesa en un tiro libre que Gourcuff fue contundente, casi convierte para sorpresa de todos, pues todos veían un tiro libre.

Desde ahí el partido se tornó más disputado y más áspero, tanto así que la estrella francesa Frank Rivery vio la tarjeta amarilla por una falta intrascendental que se pudo evitar. Lo que restó de la primera parte fue de ida y venida, con ocasiones poco claras para los dos equipos, acabando con primer tiempo muy dividido y con un cero a cero justo para las dos escuadras, aunque injusto para una audiencia que esperaba ver a una Francia con más fútbol.

Segundo tiempo

El segundo tiempo empezó casi como un calco del primero, con la balanza inclinada ligeramente para Francia, pero siempre que incursionaba en ataque, se encontraban con una defensa férrea de parte de los charrúas. Ya a los 15 minutos del segundo tiempo, y a pesar de que el equipo francés no era convincente en su estrategia de juego, era quien dominaba el partido.

En la mitad del segundo tiempo Tabares (técnico de la selección de Uruguay) se animó y puso en la cancha al talentoso Lodeiro, quien tenía una clara consigna “cambiar la actitud del equipo”. Con el cambio y la nueva actitud el partido se emparejó y poco a poco Uruguay fue haciéndose del dominio del partido, pero nada era claro y seguían ofreciendo ambas selecciones una tibia presentación.

Con la intención de volverse más ofensivos, los franceses decidieron sacar a Anelka por la estrella del Barcelona Henry, aunque sin el éxito esperado.

Forlán durante todo el encuentro fue el único factor de “gol” del que dispuso el equipo uruguayo, así nuevamente da una señal de alerta con otro disparo de fuera del área, pero sin ver red. A los 80 minutos el ingresado en el segundo tiempo Lodeiro ve su segunda tarjeta amarilla y es expulsado por una fuerte falta, la que pudo ser tranquilamente roja directa.

Con 10 jugadores , Uruguay se replegó atrás y defendió un empate que inclusive antes de perder a uno de los suyos, tenía sabor a victoria frente a una imponente Francia –de nombre al menos-. A pocos minutos del final hubo una mano no intencional en el área de Uruguay que el árbitro vio claramente y no cobró como penal pues jamás hubo intención de jugarla con la mano.

En el partido los que más brillaron fueron los defensas, quienes de forma acérrima defendieron ambas selecciones con corazón, pero bajo un manto de dudas que deja entrever el nerviosismo existente en el llamado “grupo de la muerte” (Grupo A) donde todos empataron el día de hoy.