Agregar comentario

Razones por las que el mundo no volverá a ser el mismo después del COVID-19

¿Cómo será el mundo cuando la pandemia termine? Algunos hechos que ya se están suscitando nos pueden dar una idea de lo que vendrá luego.

El mundo no sera igual depues del COVID-19

Internet y las nuevas tecnologías estuvieron cambiando el mundo de una manera gradual y paulatina, y nosotros hemos estado adaptándonos a estos cambios más o menos bien, sin embargo, tuvo que ser una pandemia quien nos diera un empujón brutal hacia un planeta totalmente distinto. Porque nos hemos dado cuenta de que nadie puede excluirse de la responsabilidad de haber llegado al punto a donde hemos llegado. Todos somos responsables de la realidad a la que nos enfrentamos actualmente. Somos nosotros quienes hemos cambiado el mundo para siempre, nuestro planeta no volverá a ser el mismo luego de la epidemia del COVID-19 por las siguientes razones:

1El colegio y las universidades no dependen de un edificio

Estos días quedarán grabados en la memoria de los más pequeños, pues son esponjas que lo absorben todo: los miedos, actitudes, solidaridad y capacidad para reinventarnos. Para los niños en particular, todo debería de ser positivo porque el cambio es parte de su proceso de aprendizaje. La tecnología democratiza el acceso a la educación, nos hemos dado cuenta de que es posible seguir formando a distancia y la universidad se transforma así en un puerto seguro al que volver en diferentes etapas de nuestra vida, especialmente si hay tormenta.

2Desigualdad social

Una vez derrotado el virus, este es el siguiente enemigo al que hay que combatir. Es un enemigo que tiene muchas caras. No todos los niños durante el confinamiento han tenido acceso a internet para continuar su formación. No todos los adultos están en la misma situación. Al analfabetismo clásico hay que añadir el digital que en combinación con la apatía pueden llegar a radicalizar la desigualdad social. Recordemos que la brecha digital es también generacional y afecta a los más mayores.

3Una economía más humana

Educación, investigación y sanidad dejarán de ser consideradas gasto público y pasarán al campo de la inversión. Las fronteras entre lo público y lo privado se difuminarán, sobreviviendo aquellas unidades capaces de dar mejor servicio con menos recursos. El trabajo se flexibilizará, impulsado por la tecnología. Aumentará la dispersión geográfica de la población, junto con las economías de proximidad, en detrimento de las economías de escala. El sector del ocio pasará a ser el principal motor de la globalización, dejando atrás a la industria y al consumo sin límite.

4Nuevo liderazgo global

China ha ganado la batalla a la pandemia, la guerra comercial y su nueva posición en el orden mundial con trabajo y paciencia, junto con un control magistral de la tecnología y las redes sociales. Quedan muchas dudas e incertidumbre, pero al final prevalecerán las democracias frente a los autoritarismos, la solidaridad internacional frente al proteccionismo y lo más probable es que estos cambios sean liderados por una Europa unida.

5Nuevos hábitos de consumo

El ocio, gracias a la tecnología, convergerá con la salud y la naturaleza. La impresión 3D, el código abierto y las economías realmente colaborativas sentarán nuevas bases de consumo donde el compartir tendrá una importancia mayor que el poseer. Los sectores tradicionalmente industriales se tendrán que adaptar a las nuevas relaciones económicas o desaparecerán.

6Redes sociales de verdad

Con el confinamiento, las redes sociales han evolucionado con nosotros. La relación con nuestros familiares aislados durante estos días paradójicamente ha podido ser mucho más estrecha gracias a las videoconferencias. WhatsApp ha mezclado las relaciones laborales con las personales permitiendo multiplicar la productividad y el acceso a la información. Nunca se ha fiscalizado más y mejor, en tiempo real, la labor de nuestros gestores públicos. Nunca se han analizado con más detalle los discursos políticos. Nunca hemos estado tan cerca de la verdad, y al mismo tiempo con mayor riesgo de caer en distracciones.

7Los atascos son un error

En la sociedad de la información dejan de tener sentido las economías de escala, yendo todos a la misma hora a trabajar, amontonados en el metro y en perpetuos atascos. El teletrabajo se terminará imponiendo en empresas que, a su vez, irán teniendo una conciencia medioambiental cada vez más marcada. La gente que vive en zonas rurales está llevando mejor el confinamiento. Las ciudades se han convertido en una gran trampa antes crisis globales.

8Naturaleza agradecida

Este es uno de los aspectos más esperanzadores de la crisis de la COVID-19. Ha disminuido la contaminación en las ciudades y ha mejorado la calidad del aire. Es momento de investigar cuánta gente está dejando de morir por problemas respiratorios y medir cuál es el impacto positivo que está teniendo para el planeta esta paralización.

9Una nueva actitud frente a la vida

Internet está haciendo que las cosas sucedan a mayor velocidad, tanto para bien como para mal. Frente al miedo está el optimismo. No podemos dejar de pensar en ningún momento, ni dejarnos llevar por la negatividad. Hay una gran oportunidad para transformar el mundo en un sitio mejor, oportunidad que, si no la aprovechamos nosotros, la aprovecharán las multinacionales para hacer más negocios a costa de nosotros y del planeta. Las crecientes muestras de solidaridad indican el camino a seguir. Parar un momento nos permite pensar con tranquilidad y nuestra experiencia nos proporciona conocimiento.