El suicidio se define como un atentado contra la propia vida. Es la primera causa de muerte en psiquiatría.

Para hablar de suicidio debemos hacer una diferenciación entre suicidio consumado, o propiamente dicho, y el intento de suicidio.

Suicidio consumado

El suicidio "propiamente dicho" es tres veces más frecuente en hombres. Su incidencia aumenta progresivamente con la edad, haciéndolo bruscamente a partir de los 55-60 años. El 70% de los suicidios ocurren en mayores de cuarenta años.

Es muy frecuente en personas que sufren cuadros de depresión, esquizofrenia o alcoholismo crónico.

Para ello se utilizan armas de alta letalidad como armas de fuego y horcas, y se suelen realizar en privado de forma que sea difícil que se descubra.

Intento de suicidio o gestos autolíticos

Son actos autolesivos sin una verdadera intencionalidad suicida. Ocurren en situaciones de estrés, básicamente en el área de las relaciones personales.

Muy frecuentes, principalmente en mujeres jóvenes, menores de 35 años, que presentan trastornos de la personalidad límite.

Para ello se suelen emplear herramientas de baja letalidad como fármacos y cortes en el antebrazo, y se realiza en lugares públicos y en circunstancias que aseguran la probabilidad de rescate por familiares.
A menudo el propósito es manipular situaciones de conflictos personales.

Factores causales del suicidio

Casi el 95% de los pacientes que se suicidan tienen un trastorno mental diagnosticado. Estos suelen ser:

• Trastornos afectivos (60%), sobre todo la depresión psicótica, o trastorno bipolar
• Consumo crónico de alcohol y otras sustancias (30%)
• Esquizofrenia (10%), principalmente en los meses posteriores al alta hospitalaria
• Síndromes orgánicos cerebrales (5%), como la anorexia nerviosa
• Trastornos de personalidad límite y antisocial

Factores de riesgo para el suicidio

• Varones mayores de cincuenta y cinco años
• Separación reciente, divorcio, viudez
• Raza blanca
• Profesionales como médicos (psiquiatras principalmente) y militares
• Ideación de suicidio frecuente y prolongada
• Advertencias previas de suicidio, hacer el testamento
• Intento previo de suicidio, sobre todo con armas de alta letalidad
• Aislamiento social, con malas relaciones personales con familiares y amigos
• Nivel sociocultural alto
• Sentimiento de culpa, desesperanza
• Agitación motora importante, ansiedad
• Historia familiar de suicidio
• Desempleo o dificultades económicas, especialmente si hay caída de status
• Problemas conyugales
• Estrés o acontecimientos vitales
• Agresividad, irritabilidad
• Bajos niveles orgánicos de 5-HIAA, que es un metabolito de la serotonina
• Enfermedad física crónica o discapacitante

Tratamiento

• En pacientes con ideas suicidas es importante administrar antipsicóticos sedantes, manteniéndolo en el hospital entre 24-48 horas para que la angustia, la tensión y la situación que ha provocado el intento disminuyan
• En pacientes con potencial riesgo suicida está indicado el ingreso hospitalario, especialmente en pacientes con depresión mayor e ideación autolítica acusada y también en pacientes con trastorno de la personalidad intoxicados
• Posteriormente se tratará la enfermedad psiquiátrica que provocó la situación
• Es importante contar con la colaboración familiar, que deberá realizar una vigilancia disimulada al paciente
• También se tratará la ansiedad con benzodiacepinas o antipsicóticos sedantes.