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El muro digital para el control del ingreso de inmigrantes indocumentados entra en debate

El proyecto de protección fronterizo llamado "Muro Digital" está siendo sometido a debate por los altos costos que acarrea y los pobres resultados que ofrece.

Posible cierre del muro digital en la frontera de Estados Unidos

El proyecto de control para el ingreso de inmigrantes indocumentados a Estados Unidos llamado "Muro Digital", ha generado un debate en el que posiblemente se determine el cierre del polémico sistema que fue aprobado durante la administración del ex presidente George W. Bush.

El sistema de muro digital ha generado un interesante debate en los últimos días, por considerarse que no funciona de la forma en que se tenía previsto, y significa un alto costo que no se compensa con el beneficio que promete. Este sistema es ofrecido por la empresa Boening Co., y su funcionamiento se basa en cámaras y sensores que son puestos en torres de control ubicados en la frontera de Estados Unidos. Dependiendo de la resolución que tomará el Departamento de Seguridad Nacional, este proyecto podría ser cancelado en los próximos días.

El costo de instalación de este sistema de alta tecnología involucra un gasto de $10 millones por kilómetro, lo que conforme al planteamiento inicial aprobado por el Congreso, debía cubrir una gran parte de los más de 3200 km de frontera a vigilar. A pesar de disponer de un presupuesto cercano a los 1200 millones de dólares, el famoso muro digital no funciona y apenas cubre 85 km de la zona de Arizona, lo cual ha despertado serias dudas y ha cuestionado su viabilidad.

Al parecer, de acuerdo al último reporte entregado por la Oficina de Responsabilidades Gubernamentales, fue el Departamento de Seguridad Nacional el que administró mal los recursos aprobados por el Congreso y es responsable del fracaso del funcionamiento de éste. No solamente se tiene conocimiento de un exceso de gastos en la implementación del muro digital, sino que además se ha informado que continuamente se presentan atrasos en la implementación del mismo que no se tenían previstos y sólo han mermado el rendimiento del sistema de seguridad.

De acuerdo a lo señalado por Janet Napolitano, Secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, el presupuesto dispuesto para la expansión de este sistema se congeló a finales del 2009 para evaluar si conviene continuar con el proyecto o cancelarlo.

Gasto desproporcionado

Si bien es cierto que en un momento se contempló la aprobación de 2200 millones de dólares para la implementación del sistema de control fronterizo, luego tuvo que ajustarse a un total de 6700 millones de dólares, ya que este circuito cerrado de televisión, radares, cámaras fotográficas y sensores, presenta una cantidad impresionante de fallas técnicas y demoras que han imposibilitado su correcto funcionamiento.

Un ejemplo del gasto descomunal que ha involucrado la implementación fallida del sistema de control fronterizo, es que en enero del 2010 se debía entregar parte del sistema a la Patrulla de Fronteras con una cobertura de 37 km, sin embargo, la entrega fue demorada y se acusaron varias fallas en el equipo de video que se estaba utilizando. Aunque la fecha límite para la implementación de todo el sistema de control digital en la frontera era el año 2011, en vista de los problemas técnicos observados a comienzos del 2010, esta fecha se extendió hasta el 2014.

El proyecto de muro digital conocido bajo el nombre clave de SBinet, fue uno de los aspectos fundamentales que se expuso a la hora de hacer público el llamado "Escudo de Seguridad de Alta Tecnología en las Fronteras", luego de ocurrido el atentado del 11 septiembre de 2001, sin embargo, nueve años más tarde este plan ha resultado un completo fracaso en la consecución del objetivo principal que era frenar la inmigración ilegal en la frontera con Canadá y México.

A diferencia de otros sistemas que han sido utilizados en el mundo para el control de las fronteras, la empresa Boening basó su planteamiento en la construcción de torres de alta tecnología en vez de utilizar aviones y vehículos terrestres no tripulados, lo que no ha funcionado por no contar con la tecnología adecuada o el software correspondiente, entre otras cosas.