¿Quién fue San Valentín?

No vayas a creer que el Día de los Enamorados o San Valentín es una fecha comercial creada hace muchos años con la finalidad de vender más flores que cualquier otro día, o vender más regalos, chocolates y bombones, todo con la finalidad de aprovechar el consumismo desenfrenado de quienes aún creen en el amor. No. No es como piensas. San Valentín sí existió y su origen se remonta al siglo III, en pleno auge del imperio romano.

La historia nos dice que San Valentín era un sacerdote que ejerció durante el gobierno del emperador Claudio II en la Roma del siglo III, época en la que el cristianismo era perseguido. Durante este periodo también estaba prohibido el matrimonio entre los soldados, pues se pensaba que los hombres solteros rendían más en el campo de batalla que los hombres casados porque no estaban emocionalmente ligados a sus familias.

Ante esta coyuntura que San Valentín consideraba injusta, es que el sacerdote decide casar a las parejas bajo el ritual cristiano a escondidas de las autoridades romanas. Por proteger a los enamorados y auspiciar bodas secretas, el sacerdote Valentín adquirió gran prestigio en toda la ciudad y fue llamado por el emperador Claudio, quien quería conocerlo. El sacerdote aprovechó aquella visita para hacer propaganda de la religión cristiana y convencer al emperador para que siguiera los pasos de Jesús.

Aunque en un principio Claudio II se sintió atraído por aquella religión que los romanos perseguían, los soldados y el propio gobernador de Roma lo obligaron a desistir y organizaron una campaña en contra de Valentín. El emperador romano cambió drásticamente de opinión y ordenó al gobernador de Roma que procesara al sacerdote.

La misión de condenar al sacerdote la llevó a cabo el lugarteniente Asterius, quien cuando estuvo delante de Valentín se burló de la religión cristiana y quiso poner a prueba al sacerdote. Le preguntó si sería capaz de devolver la vista a una de sus hijas que era ciega de nacimiento. Valentín aceptó y en nombre del Señor obró el milagro. El lugarteniente y toda su familia se convirtieron al cristianismo, pero no pudieron librar al sacerdote de su prisión.

Mientras estuvo encerrado, su carcelero le pidió que diera clases a su hija Julia, luego de muchas lecciones y horas juntos, Valentín se enamoró de la muchacha y la víspera de su ejecución envió una nota de despedida a la chica en la que firmó con las palabras finales “de tu Valentín”, de ahí el origen de las cartas de amor y poemas que se envían los enamorados en la actualidad y también está el origen de la expresión “From your Valentine”, conocida en todo el mundo y que se adjunta en miles de postales dedicadas por el Día de los Enamorados.

San Valentín fue ejecutado un 14 de febrero y nadie hubiera recordado su historia si no fuera porque la Iglesia Católica la recuperó. Por aquel entonces era tradición entre los adolescentes practicar una curiosa fiesta pagana derivada de los ritos en honor al dios Lupercus, dios de la fertilidad que se celebraba el día 15 de febrero. Esta fiesta consistía en un sorteo mediante el cual cada chico escogía el nombre de una joven que se convertiría en su compañera de diversión durante un año. La Santa Sede quiso acabar con esta celebración pagana y canonizó a San Valentín como patrón de los enamorados.

El cuerpo de San Valentín se conserva actualmente en la Basílica de su mismo nombre que está situada en la ciudad italiana de Terni. Cada 14 de febrero se celebra en este templo un acto de compromiso por parte de diferentes parejas que quieren unirse en matrimonio al año siguiente.