La información debe ser compartida

La importancia del plan de marketing que escojamos para distribuir nuestros productos es crucial, de ahí que recomendamos el compartir la mayor información sobre el mismo gratis.

Marketing directo

Muchos de los artistas contemporáneos han optado por implantar estrategias de marketing poco tradicionales en paralelo a los grandes lanzamientos a los que estamos acostumbrados, sin embargo, todo parece indicar que los mejores resultados se obtienen de la aplicación de la primera de las prácticas mencionadas. Parte de estas prácticas poco convencionales son el compartir con una persona específica determinado contenido, la última canción escrita por ejemplo, bajo la condición de que éste la distribuya en su lista de amigos y así sucesivamente.

Según lo han establecido fuentes como el periódico “Guardian”, desde el momento en que se entrega el contenido al “Fan Zero”, tras una hora de compartición extrema el resultado puede ser increíble, llegando incluso a millones de personas. La estrategia utilizada en este caso muestra el extremo de una vieja técnica de marketing (ya todo está inventado, sólo redescubrimos cosas), nos referimos a la potencia del boca a boca. Los proveedores principales muchas veces son los denominados “Nodos Zero”, quienes se interesan por controlar quienes ven las películas, música o contenidos que están interesados en distribuir.

Uno de los aspectos que más condiciona la entrega de información es el precio que está asociado a ésta, por ello el uso de Internet y las redes sociales suponen una revolución tan importante al ser “gratuitos” para todos. Las recomendaciones que tan habituales nos resultan hoy en día son la mejor forma de conseguir clientes finales a los que llegar.

Para muchos con poca imaginación el entregar esta información de forma gratuita es un problema, pues les hace renunciar en parte a su rol de proveedor. No obstante lo anterior, la compartición de información por la red no es “totalmente gratis” cuando se piensa en las posibilidades de llegar a millones de personas en tan poco tiempo. Cuando la información es cara, una recomendación de alguien cercano es importante y efectivo.

En el mundo en que vivimos podemos decir estamos llenos de recomendaciones, aunque por lo general la que más pesa es aquella que trata sobre cosas que cuestan. Esta es una de las razones por las cuales un autor debe recurrir a un editor para ver si la editorial “x” se interesa por invertir en un contenido. La decisión de escoger qué publicar, le da un sentido especial al mercado sobre los contenidos que se entregan.

Si bien es cierto comentamos el problema que supone muchas veces el “precio” de las cosas, cuando alguien cercano nos recomienda tener o adquirir algo determinado, ese punto de fricción entre el deseo de tener algo y la adquisición material de la cosa desaparece. Cuando nuestra recomendación llega de un cercano, dejamos de entregarle preponderancia al rol de los distribuidores como canal de comunicación, relegándose apenas a ser bodegas distribuidoras. El poder de la información lo encontramos en la medida que ésta se comparte a gran escala, de otra forma hay que recurrir a los canales publicitarios convencionales, costosos y llenos de intermediarios.