Gastrosiexta

Hedonismo en su máxima expresión: comer, tener sexo y dormir una siesta combinados, para una experiencia del más puro placer.

gastro siexta

A la hora del placer e innovar en la pareja todo vale. Es así que la gastrosiexta, es una combinación de tres de los máximos placeres del ser humano: Comer, tener sexo y dormir. Parece sencillo de llevar adelante, el secreto está en la conjugación de estas tres actividades en la medida y momento justo, de modo de disfrutar al máximo de cada una de ellas y de la conexión entre las mismas.

El nombre de esta práctica proviene de la combinación de términos gastronomía, siesta y sexo.

El Director Clínico del Instituto Madrid de Sexología, Psicólogo Clínico y Sexólogo, Héctor Galván, explica sobre el placer de comer y tener sexo:

…nuestra conducta y manera de comportarnos viene dada por determinadas estructuras cerebrales. El sistema límbico se encarga de que realicemos acciones como comer o mantener relaciones sexuales. Cuando lo realizamos, nuestro cerebro segrega neurotransmisores que provocan sensación de placer.

La codirectora del Instituto de Sexología de Barcelona Carme Sánchez dice sobre la gastrosiexta:

...comer, dormir y tener sexo son los tres placeres de la vida por antonomasia. Cuando juntas esas tres prácticas sucede una especie de fórmula o conjunción que es maravillosa, eso es la grastrosiexta y por ello es una práctica más que necesaria.

El médico psiquiatra y sexólogo argentino Walter Ghedin, por su parte explica al respecto:

Por supuesto que se requiere de tiempo y ganas de disfrutar, no es una propuesta para hacerla a las apuradas, sino con el objetivo de prolongar el placer para pasarla bien. Y para esta modalidad el tiempo y la buena predisposición es fundamental.

En qué consiste la gastrosiexta

Coordinar una cita para comer

El primer paso es acordar una cita con tu pareja para comer. La comida debe estar muy bien planificada, no puede ser un platillo cualquiera. Es importante combinar colores, sabores, texturas, aromas que inciten, estimulen al deseo.

Walter Ghedin recomienda:

Comer relajados, saboreando la comida y, si es posible, una copa de vino; el sexo con juego previo prolongado; y luego una siesta que puede intercalar despertares con nuevos encuentros sexuales.

La sexóloga argentina Mariana Kersz, especialista en terapias de pareja, agrega:

En cada bocado hay una mirada, un deseo que crece y se agudiza con la charla y la música, que potencian la experiencia sensorial.

Dormir la siesta

Dormir además de ser extremadamente placentero, ayuda a recobrar energías. Pero deben ser siestas cortas de entre 30 y 45 minutos no más, sino puede aparecer malhumor, desgano, embotamiento.

Kersz explica sobre el descanso:

En los hombres aumenta los niveles de testosterona, muy necesario para los encuentros. Por otra parte, dormir juntos es una manera de conectar con el otro propiciando otro encuentro sexual.

Héctor Galván dice sobre la siesta:

…este momento de descanso nos ayuda a reducir el estrés, disminuye la presión arterial, nos ayudará a rendir mejor en el trabajo, estando más creativos y resolutivos y permite que, en general, estemos más activos el resto del día.

Tener sexo

El encuentro sexual puede llevarse a cabo antes de la siesta y/o después. Como es sabido tener sexo libera endorfinas, por lo que aumenta la sensación de placer, mejora el estado de ánimo y reduce el estrés. Es así que combinado con buena comida y una siesta en una excelente compañía, es el mejor plan hedonista para realizar en pareja.

Como ya se mencionó anteriormente, la práctica de la gastrosiexta requiere de tiempo y dedicación. Es ideal para salir de la rutina. Por ello, los fines de semana de invierno, cuando se presta para estar más tiempo en casa o la época de vacaciones, son los mejores momentos para emprender esta aventura.

Según Carme Sánchez:

...en la época del verano —un momento del año donde las rutinas van cambiando— tener sexo después de la siesta, cuando el cuerpo ya está descansado y tranquilo, es un momento ideal para tener relaciones sexuales porque no tenemos ese cansancio nocturno de todo el día. Si a esa práctica le otorgamos erotismo, otro de los añadidos humanos a la actividad cotidiana, el resultado es un mix extraordinario.