Saber si es la mujer indicada

Lo queramos o no, las citas sólo tienen una finalidad práctica “conocer a la mujer indicada”, y eso puede ser para tener una relación madura, extensa y quizás hasta para establecernos y llegar a encontrar en nuestra compañera un “partner” ideal con quien crear una familia con hijos a los que criar, amar y ver crecer. El problema está en que somos adictos a enamorarnos por la adrenalina que implica conocer alguien nuevo, entonces ¿Qué hacemos? ¿Será ella la indicada?

Adicción al amor

El amor muchas veces funciona como las drogas, nos volvemos adictos y queremos siempre una cuota más, pero ¿Es realmente el amor así o somos nosotros el problema? El debate podría ser eterno, por ello hay que ir con calma y hacer la diferencia entre “lujuria” y “amor” verdadero.

El proceso de “enamoramiento” es hermoso, pues nos hace obviar todo lo malo y es precisamente cuando vemos flores y corazones por todos lados, sin embargo, mientras más mágico más trágico, pues obviamos diferencias que muchas veces son obvias y que no dan para nada más que tener sexo y pasar ratos agradables, pero olvidémonos de establecernos con ella. Lo peor que puede hacer un hombre es caer en la necesidad de estar “enamorado” constantemente, ya que en esos casos lo único que hace es alimentar su ego y necesidad personal de conquista, algo que rápidamente pasará la cuenta.

¿Es ella la adecuada?

Como era de esperarse, resulta difícil saber cuándo una mujer es la indicada si antes no tenemos claro lo que queremos, sin embargo, para ayudarnos podemos hacernos las siguientes preguntas:

• ¿Cuáles son los cinco atributos que buscamos en una mujer?
• ¿Qué necesidades tenemos?
• ¿Necesitamos más inteligencia que alguien cariñoso?
• ¿Cuán importante es el sexo para nosotros?
• ¿Qué metas tengo a largo plazo en una relación?
• ¿Queremos casarnos?
• ¿Qué cualidades de una mujer no son negociables?
• ¿Queremos tener hijos?

Cuando ya tenemos las respuestas a estas interrogantes y a las que queramos hacernos aparte de las listadas, estaremos en posición de escoger con propiedad, pues no hay nada peor que un hombre soltero que no sabe lo que quiere.

Hay que tener presente que el primero de los errores que cometemos los hombres es el no estar conscientes de nuestras necesidades antes de entrar en una relación, por ello luego nos sentimos atrapados y sin salida en un compromiso que quizá nunca quisimos, pero creímos necesitar.