Apple y Samsung ¿Quién copia a quién?

Después de la salida del iPhone 5, Apple parece que regresa con más fuerza a la batalla legal contra Samsung. Ahora la empresa de Cupertino exige el pago de 707 millones de dólares, por causar daños “irreversibles” a la imagen de los iPhones, principal dispositivo móvil de la empresa de la manzana mordida.

Como recordaramos, el pasado 24 de agosto se terminó el juicio en Estados Unidos por la copia de patentes entre Apple y Samsung, el veredicto favoreció a la empresa estadounidense dejando no solo mal parada a Samsung, sino con una multa a pagar que sobrepasaba los mil millones de dólares. Este lío legal empezó en mayo, cuando aún no salía el principal dispositivo móvil de Samsung, el Galaxy SIII.

Recalcamos la salida del Galaxy SIII y las fechas, porque ahora son relevantes. Ya que este dispositivo móvil no estaba entre los dispositivos que infringen las patentes, simplemente porque aún no había salido al mercado y era imposible culpar de plagio a un dispositivo que era inexistente. Acabado el juicio, Apple hizo una nueva demanda y esta vez incluía al Galaxy SIII, demanda que aún sigue en el aire y sin proceder.

La semana pasada salió el iPhone 5, y es ahora Samsung la que acusa de plagio de patentes a Apple, aduciendo que este dispositivo móvil es el que ha copiado a su Galaxy SIII. Obviamente Apple no se quedó con los brazos cruzados y ahora tiene planeado otro juicio millonario contra su enemigo tecnológico.

Samsung por su parte prepara una demanda en contra de Apple, centrándose en su nuevo iPhone 5, ahora que este dispositivo móvil ya está en el mercado, la empresa surcoreana asegura que infringe sus patentes, así como los demás iPhones de Apple. Esta demanda se une a la petición de revisión del juicio perdido en Estados Unidos, ya que según Samsung hubieron sospechosas limitaciones del Tribunal referente a los testigos y las pruebas, las que no habrían tenido precedentes para un caso tan complejo.

Como podemos ver, el panorama legal entre ambas compañías es muy incierto, apostar por un favorito se hace demasiado difícil, así como determinar a ciencia cierta quién copió a quién, quizá el tiempo nos lo dirá.