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Puedo comprender el punto de vista de los angloparlantes, sin embargo, a la hora de llevar a cabo un análisis hay que ser justos y lo que deberían de pensar estos angloparlantes es que todas esas objeciones que ahora se les ocurren son las mismas que la primitiva comunidad hispana de Florida tuvo en el momento de su anexión, porque se trató de una anexión disfrazada de compra, a Estados Unidos. No entro en la cuestión de que los hechos jurídicos obtenidos mediante la fuerza son nulos de valor jurídico como por ejemplo la anexión de Bohemia y Moravia al Reich que formalmente fue un acuerdo aceptado por las partes pero que materialmente la negativa era muy poco probable. Cuando los anglosajones eran los recien llegados no les importó para nada aprender la lengua de California y cuando casi 200 años después las tortas se vuelven ven que el proceso no es tan divertido. No se trata de llevar las cosas al exremo ni de desenterrar agravios que no vienen a cuento si no de organizar la convivencia del mejor modo posible. Países con más de dos lenguas y con sus derechos regulados hay varios. Lo trágico en este caso es que lo que parece molestarle a los anlosajones no es tener que vivir en un estado hispanófono como Florida porque la lengua oficial de Florida ees el inglés sino que los hispanos hablen su lengua entre ellos, que manda narices el asunto. Recuerdo una experiencia curiosa en que un inglés nos llamó la atención a mi novia y a mi porque hablabamos en español entre nosotros, a lo que tuve que responderle: Bueno ¿Y a usted que le importa lo que yo tenga que decirle a mi novia? En fin creo que algunas críticas pueden tener su fundamento y otras se pasan de castaño oscuro. Además si por un azar el español fuera lengua oficial de Florida la obligación no sería para los angloparlantes sino para los funcionarios que tendrían la obligación de conocer ambas lenguas, ya que tanta obligación tendrían los anglos que aspirasen a la función pública de aprender español como al revés. Los hispanos han demostrado que pueden y quieren aprender inglés cuando Samuel Huntinton habla del desafío hispano sosteniendo que la exigencia de hablar ingles se deriva necesariamente de la exigencia general de igualdad ante la ley para ser estadunidenses habría que preguntarle. ¿para ser estadounidenses o para ser anglosajones? Además muchos de los hispanos de Florida no son extranjeros en el sentido jurídico político que se les atribuye si no estadounidenses como los puertorriqueños para los que Florida se ha convertido en la zona de emigración natural y de salida de la isla, por clima y por historia. Florida en el momento de su unión a Estados Unidos, a diferencia de Nuevo México, California, Texas y Colorado no tuvo garantías para la salvaguardia de la lengua aunque sí para la practica de la religión. Es dudoso que si las hubiese tenido estas hubieran seguido un camino distinto al dichos territorios, es decir, el de convertirse en papel mojado, no obstante el camino jurídico a seguir es proteger jurídicamente esas garantías que existen en esos estados (abrogadas por disposiciones posteriores) y una vez obtenidas plantear formalmente su incorporación a la legislación de Florida basándose en que los hispanos, tanto de allá como de acá, en contra de lo que pueda suponerse no son más inmigrantes que los anglos y, en todo caso debería aplicárseles el concepto de "pueblo fundador" igual que los canadienses hacen con los francófonos. En fín espero haber dado en la diana del problema.