¿Qué hacer si no te gusta la navidad?

Celebrar la navidad no es requisito indispensable para compartir un momento de unión con tu familia y seres queridos.

Si no te gusta la Navidad

En diciembre, mientras vas por las calles, es inevitable observar tiendas decoradas con árboles, luces y figurines. Tal vez lo que eleva el espíritu navideño a otros, a ti solo te provoca hastío y ganas de encerrarte en tu casa durante un mes, hasta que pase todo el alboroto navideño. En el último mes del año es frecuente que todo el mundo esté, pensando dónde, cómo y con quién pasar las fiestas, mientras tú solo deseas desaparecer del mundo para no soportar el estrés que te provocan estos rituales.

La navidad y sus trastornos

Los villancicos, nacimientos, los árboles decorados, el pavo, etc. Para casi todos, esta época es de felicidad plena, de reuniones familiares y buenos deseos, sin embargo, para otros, solo es temporada de caos y trastornos que, más que unir, trae como consecuencia problemas y desencuentros.

Es navidad, sí, pero no todos estamos obligados a ser felices y rebosar de espíritu navideño y no por ello somos antifiestas, aburridos o negativos, sin embargo, afirmar que no nos gusta la navidad es como confesar que somos de otro planeta.

Cuando ello ocurre, por lo general solo se recibe incomprensión de la gran mayoría. La gente murmura que eres raro o que tienes algún problema psicológico que arrastras desde la niñez o que no superaste el trauma al enterarte de que Papa Noel no existe o que te dieron el regalo equivocado.

Pero nada está más alejado de la realidad. El gusto o disgusto por estas celebraciones, tiene que ver más que nada con sentirse identificado con la fiesta en sí o simplemente no compartir ciertos hábitos que tiene la gente durante diciembre como, por ejemplo, gastar dinero que no tienen en regalos para personas que solo ven una vez al año, o volverse locos con las compras para preparar cenas para familiares que no soportan. Esto también puede tomarse como signos de hipocresía e irrealidad.

Fiesta del consumismo

Las comilonas, los regalos, las tensiones y los centros comerciales repletos. Toda esta maraña es la expresión del caos reinante en los días previos a la navidad. ¿Y todo por qué? Por una fiesta que para muchos ya no tiene nada que ver con lo religioso, sino con el consumismo desenfrenado y con el ansia de presumir en redes sociales lo felices que son.

A ello habría que agregarle la presión adicional de ser felices porque así nos lo imponen los familiares y la publicidad reinante por estas fechas. En los anuncios todos sonríen compartiendo una abundante cena, maquillada perfectamente para la ocasión y repartiendo regalos carísimos que en la realidad están lejos de nuestro presupuesto.

Si eres de los que no les agrada la navidad, no hay por qué sentirse mal por ello. Ser diferentes muchas veces genera desencuentros o falta de entendimiento, pero si no deseas ser juzgado, entonces trata de tampoco juzgar a los demás, pues celebrar las fiestas navideñas no te vuelve un fanático religioso, muchos celebran estas fiestas más que nada por tradición.

Consejos para sobrevivir a la navidad

Afirmar que no te gusta la navidad es tan igual como sostener que no te gusta el verano o que no comes carne, no hay por qué sentirse un extraño o desadaptado por este motivo. Todo lo que queda es hacer frente a la situación y evitar que te sobrepase.

1Considera la navidad una fecha cualquiera

Hay personas que optan por quedarse en casa y cenar como cualquier día mirando la televisión o leyendo un libro, claro que para ello es necesario vivir solo o que tus familiares vayan a celebrar a otro lado. Si no eres el único de la familia al que le disgustan las celebraciones navideñas, entonces pueden aprovechar para cenar juntos como si se tratase de un encuentro cotidiano. Nada de decoración especial o brindis.

2Sal de vacaciones

Tal vez la mejor manera de huir de las fiestas sea justamente no estar en casa para esas fechas. Si tu presupuesto te lo permite, puedes viajar a un país donde no se celebre la navidad como Marruecos, Turquía, Vietnam, Tailandia o Dubái. Puede que estar lejos de tu familia ya sea un peso menos para ti y aproveches para quedarte en el hotel esa noche como si se tratara de cualquier día común.

3No organices

Si no te agrada la navidad, entonces no participes en la planificación de las cenas o los regalos. Que otros se encarguen de ello. Tú solo ocúpate de asistir al lugar elegido y disfruta de la comida. Piensa que para alguien de tu familia puede ser especial que estés presente en esa fecha. No hace falta que pases horas ayudando en la cocina o limpiando la casa mientras oyes discutir a tu madre con tu abuela poniéndose de acuerdo sobre los regalos adecuados para los parientes. Simplemente no participes en nada relacionado con la celebración, esa podría ser tu condición para estar presente en la mesa navideña ese día.

4Rodéate de gente positiva

Quizás una de las razones por la que no te agrada la navidad es porque cada año es igual a la anterior. Ves a la misma gente, cenas lo mismo de siempre y hablas sobre los mismos temas. Entonces puede que sea el momento de organizar fiestas diferentes con los amigos; puede ser en cualquier sitio, pero evitando siempre las presiones familiares o tradiciones que forzosamente hay que cumplir.

5Busca el sentido de la navidad

Definitivamente, la celebración debería estar relacionada con la religión y no con el consumismo o el aparentar que somos felices. En ese sentido, puede que ese día te sirva para ayudar a los enfermos de un hospital, ir a la iglesia para rezar o ayudar a los necesitados en una parroquia. Es posible que lo que no te gusta de la navidad sea la tradición vacía e impuesta, entonces es momento de darle sentido a esta fiesta, tratando de hacer aquello que te haga sentir muy bien.