En la creencia popular, muchos sucesos narrados en la Biblia se dan por hechos sin consultar siquiera si tal o cual acontecimiento figura exactamente así en las sagradas escrituras.
Ya desde el siglo XVIII los inventores buscaron la manera de facilitar el trabajo de oficina a través de una máquina que pudiera acelerar la escritura.
La prensa sensacionalista y mentirosa debe su calificativo de “amarilla” a una tira cómica que apareció en dos de los diarios estadounidenses más populares de finales del siglo XIX.
El reemplazo del calendario juliano por el gregoriano se debió principalmente a que la Semana Santa estaba a punto de cambiar de estación, de primavera, como sostiene la Biblia, a invierno debido a un desfase de días.