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Pues agárrense Señores. Se separó de mí, haciéndome sentir culpable. Quiso un divorcio rápido. Se quedó con todo. Al cabo de tres años me entero que mi hijo menor no es mío. La muy puta iba de santa y ya ven lo que hizo. Ni me pidió perdón ni me dió ninguna explicación sobre donde, o con quien, o cuanto tiempo. Además no deja de ponerme demandas por esto y lo otro. Encima de cornudo apaleado. Ésta sí que es una zorra pero de las malas. Solo pido a Dios que se largue lo más lejos posible y me deje vivir en paz.