Permalink Submitted by Casada Infiel on Lun, 02/13/2017 - 14:40
Tengo 35 años.Me case a los 29.Mi marido es un buen hombre, cordial y sincero. No hemos podido tener hijos por mi ovario poliquistico.Hace un año conocí a un hombre mayor que yo, pues tiene 55 años. Es psicólogo.No tiene pareja estable.Es hombre de mundo: ha viajado mucho, le gustan los deportes y es persona de esmerada cultura (lee mucho, le gusta el cine y la opera). Desde el primer golpe de vista nos sentimos ,ambos, atraídos.Poco tiempo después de conocernos, iniciamos una relación muy marcada por la pasión sexual. Reconozco que hasta que me entregué en sus brazos ignoraba casi todo lo que es erotismo. El es muy dominante, tanto que le gusta atarme y darme azotes en las nalgas y vendarme los ojos. Yo ,antes, creía que todo esto era pura perversion y enfermedad mental. Pero con el descubrí que la sumisión a sus gustos (siempre de común acuerdo, siempre consensuado todo con plena libertad) es lo que yo necesitaba para ser feliz emocional y sexualmente. Lamento que no haya sido mi marido quien descubriera en mi esta veta pasional y este deseo de entrega total a un hombre que me domina y me guía. Se que soy infiel, pero no hay arrepentimiento en mi. No quiero ser perdonada porque siento que no hay culpa en mi.Espero que mi experiencia sea útil para otras mujeres que , como yo, hemos vivido la mitad de la vida sin saber lo que es el placer ni la pasión devoradora.Un beso a tod@s. culpa en mi.
Tengo 35 años.Me case a los
Tengo 35 años.Me case a los 29.Mi marido es un buen hombre, cordial y sincero. No hemos podido tener hijos por mi ovario poliquistico.Hace un año conocí a un hombre mayor que yo, pues tiene 55 años. Es psicólogo.No tiene pareja estable.Es hombre de mundo: ha viajado mucho, le gustan los deportes y es persona de esmerada cultura (lee mucho, le gusta el cine y la opera). Desde el primer golpe de vista nos sentimos ,ambos, atraídos.Poco tiempo después de conocernos, iniciamos una relación muy marcada por la pasión sexual. Reconozco que hasta que me entregué en sus brazos ignoraba casi todo lo que es erotismo. El es muy dominante, tanto que le gusta atarme y darme azotes en las nalgas y vendarme los ojos. Yo ,antes, creía que todo esto era pura perversion y enfermedad mental. Pero con el descubrí que la sumisión a sus gustos (siempre de común acuerdo, siempre consensuado todo con plena libertad) es lo que yo necesitaba para ser feliz emocional y sexualmente. Lamento que no haya sido mi marido quien descubriera en mi esta veta pasional y este deseo de entrega total a un hombre que me domina y me guía. Se que soy infiel, pero no hay arrepentimiento en mi. No quiero ser perdonada porque siento que no hay culpa en mi.Espero que mi experiencia sea útil para otras mujeres que , como yo, hemos vivido la mitad de la vida sin saber lo que es el placer ni la pasión devoradora.Un beso a tod@s.
culpa en mi.