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Matrioska rusa, símbolo del amor y la amistad

La Matrioska es una muñeca que refleja la cultura popular de Rusia y dice la leyenda que si se pone un deseo escrito dentro de ella, éste se cumplirá.

Matrioshka o Mastroioshka

Estas hermosas muñecas se han convertido en todo un ícono de la cultura en Rusia. Coloridas y de diversos tamaños que encajan perfectamente entre sí, captan inmediatamente la atención de grandes y chicos. También identificadas con los términos Matrioshka, Mamushka, Mamuska o Babushka, se han convertido en el souvenir más requerido por los visitantes.

Diversas leyendas circulan que dan cuenta de su origen, una de ellas data de fines del siglo XIX, en el que el nombre más común entre las niñas rusas era “Matriona”, que luego derivaría en Matrioska, el apelativo más usado que se ha conservado hasta nuestros días. “Matriona” es la mujer campesina, que proviene del latín “mater” que significa madre, mujer que acoge con gran amor y dedicación a su numerosa prole.

El escritor ruso Dimiter Inkiow, quien publicó el libro infantil “Barco de vapor”, con preciosas ilustraciones de Roser Rius Camp, cuenta con gran cariño el origen de Mamuska:

Un carpintero ruso llamado Serguei, encuentra un gran trozo de madera que lleva a su taller, tras varios días de pensar qué tallar, su ingenio dio paso a una hermosa muñeca multicolor que representaba a la mujer rusa: mirada sonriente y mejillas sonrosadas, ataviada con vestido y pañoleta en la cabeza. Era una magnífica creación que decidió quedársela para que le haga compañía puesto que vivía solo. Todas las mañanas, saludaba a su inerte acompañante: “¡Buenos días, hermosa Matrioska!”, hasta que, en una ocasión, ésta le responde: “¡Buenos días, Serguei!”, en vez de tener miedo, el artesano estaba feliz. Luego de un tiempo, nota tristeza en la muñeca, preguntándole la razón, ella le responde: “Todos tienen hijos, anhelo tener uno”, a lo que él le contesta: “Tendré que abrirte y sacar madera de ti, eso será muy doloroso”, ella le replica astutamente: “En la vida, las cosas importantes, requieren de sacrificio”. Inmediatamente, Serguei talla una réplica de menor tamaño a la que llamó Trioska, la babushka ya no estaría sola.

Poco tiempo después, Trioska también tiene el mismo deseo, el carpintero accede gustoso y talla una nueva muñeca a la que llamó Oska, sin imaginar que llevaba dentro de sí el mismo instinto maternal. Serguei comprueba que queda poca madera dentro de Oska, reflexiona mucho y da vida a Ka, un muñeco diminuto, con bigotes, asoma su figura frente al espejo y le advirte: “Eres varón, no puedes tener hijos”. Para concluir el asunto metió a Ka, dentro de Oska, a ellos dentro de Trioska y finalmente a éstos dentro de Matrioska. Cierto día, la matriarca desapareció con toda su familia y Serguei quedó desolado.

La representación de la Matrioska rusa, llena de alegría y vivacidad, vestida típicamente con gran colorido, significa la idea de una gran familia unida por lazos íntimos muy estrechos, la madre da a luz a la hija, la hija concibe otra hija y así la prole se va haciendo muy numerosa. Las habilidosas manos de artesanos pueden crear desde treinta muñecas, otros, inclusive hasta cien, desde una sola pieza, tallando una a una con gran dedicación. Este minucioso trabajo representa para Rusia ante el mundo, el calor del hogar, el símbolo que lleva a cada casa el amor y la amistad.

La creencia popular señala que, si se pone dentro de una Mamushka un deseo escrito, se cumplirá con total seguridad y mientras más tiempo y esmero le dedicó el artesano, más rápidamente este deseo se cumplirá.

Los niños también pueden jugar con ella y los docentes les dan un uso muy práctico, ya que la numerosa cantidad de muñecos sirve para graficar el cálculo de los miembros de una familia y la suma de miembros de las Babushkas de toda la comunidad ayuda a calcular la cantidad de habitantes de una aldea. Prácticamente cada familia rusa posee una Matrioska.

Elaboración

Requiere gran paciencia, tiempo y esfuerzo, puesto que es una artesanía hecha a mano en cada paso. Tallar y pintar, según el tamaño, puede tomar pocos minutos, semanas o meses de trabajo, según los detalles de cada muñeca. Al inicio del siglo XX se grababan solo campesinas de rostros regordetes y hermosas facciones, niñas con faldas y pañuelos en la cabeza, con cestas y ramilletes floridos. Con el transcurrir de los años, cada artista le imprimió su sello personal, cobrando vida la presencia masculina, el obrero, el novio y la novia, múltiples parientes, otros más audaces representaron la nobleza rusa, protagonistas de cuentos rusos e incluso personajes históricos como Napoleón Bonaparte. Y si así lo desea, el público puede solicitar tallar su propia familia. De esta manera, la Matrioska ha cobrado tal importancia que los artesanos son unos verdaderos maestros en su labrado.

Gran creatividad

En 1930, el Estado tomó las riendas de la producción de las muñecas, instalando fábricas en varias ciudades rusas. Además de ello, los pobladores se dieron cuenta del gran potencial económico que tenía consigo e instalaron sus propios talleres, dando vida a un sinfín de ideas, que han ido adaptándose a la coyuntura que atravesaba el país: así, aparecieron Matrioskas rusas, ucranianas, bielorrusas y de otras siete nacionalidades. La conquista espacial motivó una amplia gama de cosmonautas provistos de casco y escafandra, con y sin cohete. Con el fin de la URSS, el liberalismo dio paso a la caricaturización de políticos tanto rusos como extranjeros. Actualmente, las tiendas de recuerdos venden graciosos muñecos de Lenin, Vladimir Putin, Barack Obama y Donald Trump.

Museo

En 2001 se abrió en Moscú, ciudad capital rusa, el Museo de la Matrioshka, único en el mundo y en su género. Allí se realizan visitas guiadas, en las que se explica la gran diversidad de las mamushkas de todas las regiones de Rusia, vestidas con trajes típicos que las identifican. La amplia colección del museo muestra más de setenta trajes de diferentes épocas, desde finales del siglo XIX y todo el siglo XX. Esta bella muñeca refleja la cultura popular de Rusia, poniendo de manifiesto la gran riqueza del folklore ruso. En dicho museo también se informa sobre la vida de pintores y artesanos que cultivaron este hermoso arte.

Regalar una Matrioska tiene un gran significado para los rusos, cada vez que eso sucede, debes pedir un deseo fervorosamente, que se cumplirá fehacientemente. A mayor número de descendientes de esta graciosa muñeca, mayor cantidad de deseos podrán ser solicitados. ¿Qué esperas para obsequiar una Mamuska? Los asistentes al mundial de fútbol tienen la ocasión perfecta para enviar este bello souvenir a sus seres queridos.