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Los Anunnaki y el origen de la humanidad

Según escrituras antiguas, el hombre habría sido creado a través de la manipulación genética por una civilización superior.

Los Anunnaki

Los textos sumerios antiguos se refieren a los Anunnaki como “los que descendieron del cielo”. Una raza de seres extremadamente poderosos y avanzados que diseñaron la humanidad cientos de miles de años atrás. Según el relato del Génesis, el duodécimo planeta, conocido como Nibiru, estaba poblado por humanoides muy similares a nosotros, los seres humanos.

Posteriormente, se encontraron con un problema severo en su atmósfera y lo abandonaron, viajando a través del Sistema Solar con el fin de encontrar oro, un metal especial que podría resolver la problemática sufrida en su planeta.

Cuando Nibiru se acercó a la órbita de la Tierra hace unos 432.000 años, los nibiruanos utilizaron naves espaciales para enviar individuos y bienes esenciales desde su planeta hasta la Tierra y estos seres avanzados establecieron bases en la antigua Mesopotamia. Del mismo modo, a fin de extraer el codiciado metal también establecieron minas de oro en África del Sur, donde se hallaban abundantes depósitos de este mineral.

Debido a que ejecutar el pesado trabajo minero no convenía a los maestros nibiruanos, el pueblo Anunnaki fue enviado para hacer el trabajo pesado por ellos, siendo tratados como una especie de esclavos a pesar de que sus características físicas e intelectuales estaban por encima del estándar del ser humano contemporáneo.

Los primeros hombres

Por tal motivo, los Anunnaki se rebelaron contra sus supervisores y exigieron crear un ser inferior con el fin de que realizase este tipo de trabajo en su lugar. Los líderes evaluaron la propuesta y finalmente llegaron a la conclusión de que se hacía necesaria la existencia de un ser menor para llevar a cabo estos tipos de trabajos y procedieron a crear una nueva especie, combinando sus genes con los de los primates más evolucionados que vivían en la Tierra en aquel momento que, probablemente fueran los australopitecos.

Al principio, diseñaron seres de formidable fuerza y gran tamaño que trabajaron para los Anunnaki en la Tierra; mas estos nuevos seres presentaban una falla considerable: no podían reproducirse, por lo que los llamados “dioses” tenían que estar creándolos constantemente para conseguir una producción óptima de las extracciones minerales.

Fue cuando desarrollaron varios prototipos de seres hasta que lograron alcanzar la meta deseada, consiguiendo que se pudieran reproducir entre ellos; de esta forma, habían creado la primera especie humana bajo la forma del Homo Erectus.

Cada vez que Nibiru se alejaba de la Tierra, una parte de estos seres superiores regresaba a su planeta natal hasta que terminara el ciclo de 3.600 años, un periodo temporal al que los sumerios llamaban “Sar”. Mientras tanto, los Anunnaki permanecían en la Tierra para cuidar de las minas de oro y de sus nuevos esclavos, tal como les había sido ordenado por sus dioses.

Sin embargo, los nuevos seres, diseñados a imagen y semejanza de sus creadores, finalmente se vieron envueltos en luchas por asuntos terrenales, formaron una alianza y se rebelaron contra sus amos, de manera exactamente igual a como habían hecho los Anunnaki en un tiempo pasado. Muchos de ellos lograron escapar de las minas y finalmente se establecieron como individuos libres en otras regiones de la Tierra, viviendo sus vidas, tal como lo describen algunos textos antiguos, como bestias salvajes.

Los adanitas

Tras 3.600 años, el ciclo se completó una vez más y los líderes de los Anunnaki volvieron a la Tierra, quedando muy descontentos al contemplar que la situación estaba fuera de control. Condenaron a los Anunnaki a trabajar en las minas una vez más y durante su breve estancia en el planeta Tierra, los maestros realizaron nuevos experimentos para crear una raza más perfecta de trabajadores. De este modo, desarrollaron una nueva especie capaz de pensar, hablar y reproducirse, diseñando al Homo Sapiens.

Los líderes de los Anunnaki hicieron uso de la manipulación genética y la fertilización in vitro a fin de crear a los seres humanos a su imagen y semejanza. El proceso consistió en el desarrollo de un organismo biológico en un entorno controlado no biológico, similar a los tubos de ensayo y probetas.

Dice la Biblia en Génesis 5,2:

“Varón y hembra los creó; y los bendijo, y los llamó Adán el día en que fueron creados”.

El término hebreo Adán no se referiría por tanto a un solo hombre, sino más bien, al primer grupo de seres humanos llamados adanitas, que quiere decir “los que son de la Tierra”.

El diluvio

Pero tras la creación del hombre, los Anunnaki todavía se enfrentaban a otro problema: los esclavos que habían escapado y se habían esparcido por gran parte del planeta. La solución la tuvieron a través de un gran diluvio provocado por la misma evolución por la que estaba atravesando en aquel momento el planeta Tierra.

Los seres superiores acordaron dejar morir a las especies fugitivas no previniéndoles de los que estaba por venir, pero los científicos Anunnaki estaban convencidos de que la última versión de sus creaciones era demasiado perfecta y única por lo que decidieron ponerla a resguardo y salvarla. Cuando la enorme inundación llegó, limpió a la humanidad de toda especie, a excepción del Homo Sapiens.

Es así como se narra el origen del hombre partiendo de innumerables estudios e interpretaciones, algunos de los cuales no están probados de manera científica, de antiguas civilizaciones que florecieron y se desarrollaron hace miles de años usando técnicas olvidadas o ignoradas en la actualidad.