Se ha visto esta semana al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, en una agenda ajustada con motivo de su gira por diferentes países de Europa. Fueron Francia, Inglaterra y los Países Bajos algunas de las naciones visitadas, participando también en el Foro Económico Mundial que se dio cita en Davos, Suiza. Sin embargo, fue su presencia en España la que causó tanto estragos como alegrías.

Mientras que políticos importantes en el continente europeo como el presidente Emmanuel Macron (Francia) y los primeros ministros Boris Johnson (Inglaterra) y Kyriakos Mitsotakis (Grecia) se han reunido con el mandatario venezolano, el presidente de España, Pedro Sánchez, ha evitado a toda costa encontrarse con Guaidó en su paso por Madrid. Considerando que la nación peninsular es la más vinculada a Latinoamérica en la región, la presión sobre Sánchez fue bastante evidente.

Reacciones

“No sé los motivos del presidente Sánchez, pero instamos a los jefes de gobierno a que se reúnan con el presidente interino, por una razón en concreto: para escuchar de primera mano lo que sucede sobre el terreno”, aseguró la subsecretaria adjunta del Departamento de Estado norteamericano, Carrie Filipetti.

Mientras tanto, internamente, políticos como Pablo Casado, presidente del Partido Popular y principal detractor de Sánchez, dijo este viernes:

“Pedro Sánchez no ha estado a la altura de otros países, que están liderando el esfuerzo para que la dictadura de Maduro deje de cometer crímenes contra la humanidad. Sánchez no está haciendo lo que debe como presidente del Gobierno”.

Rompiendo las sanciones

Estos sucesos se llevan a cabo en medio de la noticia que, la mano derecha de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, visitó España para reunirse con el ministro de Fomento José Luis Ábalos. La funcionaria venezolana en mención formaría parte de la lista de 25 personas cercanas al régimen que fueron sancionadas por la Unión Europea con la congelación de sus activos y la prohibición de ingresar al territorio Schengen.

El ministro Ábalos reconoció frente a los medios que el hecho sucedió tal cual había sido narrado, pero de manera fortuita, pues, según sus propias declaraciones, sólo iba a saludar al ministro de turismo de Maduro, Félix Plascencia, quién también estuvo a bordo del avión donde se transportaba la comitiva. Sin embargo, fuentes policiales aseguraron que Ábalos estuvo al tanto en todo momento de la presencia de Rodríguez. Como consecuencia, Pablo Casado ha pedido el cese de funciones del ministro de fomento, acentuando en el hecho de que si esto no sucede llevará la demanda al congreso y a instancias mayores del ámbito continental.

Llegada de Guaidó

El sábado, 25 de enero, el presidente interino de Venezuela pisó suelo español, y se dio a conocer una reunión con la ministra de asuntos exteriores, Arancha González Laya, en la Casa de América, un consorcio público dedicado a asuntos más culturales, evitando así recibirlo en la sede del ministerio, donde habitualmente suceden las reuniones con los mandatarios de otros países.

Antes de este encuentro, Pablo Casado aprovechó ser el primer político en recibir al también presidente del parlamento venezolano, y enfatizó que “es un día muy importante para los españoles” por lo que representa la visita de Guaidó. También afirmó que “hace falta cuanto antes que el régimen dictatorial de Maduro sea sustituido por unas elecciones libres".

Más tarde, el presidente interino se encontró con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Ameida, en el Palacio de Cibeles, donde recibió la llave de oro de la ciudad. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la capital española, también formó parte de la lista de representantes que se reunieron con el mandatario venezolano.

Concentración multitudinaria

La última reunión del día fue quizá la más importante, tanto para Guaidó como para la perspectiva internacional sobre el apoyo popular con el que cuenta, pues se hizo la convocatoria a una concentración de la comunidad venezolana para recibir al primer representante al mando de la Asamblea Nacional. Y aunque su presencia sucedió después de más de una hora de la pautada, las personas que asistieron no se dejaron vencer por el frío de ocho grados centígrados, ni de la lluvia que les acompañaba.

Al grito de “queremos a Guaidó”, miles de personas llenaron la emblemática plaza de Puerta del Sol con banderas del tricolor venezolano, carteles en apoyo al líder suramericano y un entusiasmo que desbordaba el lugar. De pronto apareció el político y el lugar resonó de emoción. Esto se dio luego de la presentación de Ana María Simon, periodista que es parte de la diáspora.

Guaidó inició su alocución enfatizando en el hecho de que los venezolanos no están solos, agradeciéndoles a los colombianos, bolivianos, cubanos, españoles y demás personas de alrededor del mundo que se han sumado a su causa. “Han escuchado ustedes, la gente se enfrió en Venezuela, pero está caliente y en todo el mundo para apoyar a Venezuela”, afirmó.

De la misma forma, insistió que aún existe tiempo de salvar a Venezuela de la que calificó como “la última dictadura” contemporánea de la región hispanoamericana. “Vamos a hacer lo que tengamos que hacer para liberar Venezuela… Asumo el riesgo porque Venezuela lo vale y la libertad lo vale”.

Disculpas

Por otro lado, como parte de su discurso, Guaidó pidió una disculpa general a las personas que han creído en él por la lucha en contra del régimen de Nicolás Maduro, arrodillándose frente a la multitud y asumiendo que se han cometido errores: “les pido perdón a los niños del J.M. de los Ríos y a muchos que están sufriendo en el país, en nombre de Venezuela”. Pero también haciendo hincapié en que los pueblos jamás deben arrodillarse frente a ningún gobierno.

Invitó a los venezolanos en todo el mundo a ser portavoces de lo que ocurre en el país caribeño, aprovechando las herramientas de las redes sociales para llevar a cabo tal labor. “Regreso pronto a Venezuela” expresó, acompañando la frase con el adelanto de que junto a ello habrá sorpresas positivas para los venezolanos. Es importante acotar que antes de su regreso, se esperan un par de visitas más a otras naciones, siendo posible que culmine en una reunión con el presidente Donald Trump en Estados Unidos.

Al final de la convocatoria, Juan Guaidó entonó el himno nacional con su mano en el pecho, y miles de venezolanos al unísono del “Gloria al bravo pueblo” hicieron que resonaran las calles de Madrid en medio del pleno invierno, en una convocatoria que superó las expectativas con un aforo de más de 5.000 personas.