El ser humano está en la búsqueda constante del amor y de lo que muchos llaman el “alma gemela”, esa persona que personifica el amor y puede abrir nuestras cerraduras. A continuación las señales de que encontraste tu alma gemela.

Es un sentimiento

Cuando te piden que describas a tu alma gemela no tendrás palabras, es su sentimiento que te costará explicar y que no encontrarás palabras para decir todo lo que sientes por esa persona.

Flashbacks

Si tu alma gemela es esa persona, seguro tendrás flashbacks o dejavus de esa persona, como si la conocieras de vidas pasadas y tenían que volver a estar juntos en esta vida.

Conexión

La conexión y compenetración será tan grande que terminarás acabando las frases de esa persona como si realmente serían la misma alma. Sentirás una conexión única, más fuerte a la que sientes con tus padres, hermanos o amigos.

Amas hasta sus defectos

El amor no es perfecto y las parejas tienen errores y cada uno tiene defectos. Pero con tu alma gemela llegas a amar hasta sus defectos e imperfecciones.

Intensidad total

Las relaciones de las almas gemelas suelen ser mucho más intensas que las relaciones “normales”. Así también en las partes negativas que puedan atravesar la relación.

Los 2 contra el mundo

Las almas gemelas ven su relación como “nosotros contra el mundo”. Están unidos y sienten que todo lo que hacen es como una hazaña, y que todo lo pueden lograr si están juntos.

Son mentalmente inseparables

Así como los gemelos, las almas gemelas están mentalmente conectadas, sus mentes siempre están en sintonía y coinciden frecuentemente en su manera de pensar.

Se siente protegidos por el otro

Las almas gemelas se protegen entre sí sin importar el género. Son una especie de ángel de la guarda que siempre está pendiente de su pareja, para protegerla en todo momento.

No se imaginan la vida sin el otro

Para las almas gemelas la felicidad es estar el uno con el otro, no se pueden imaginar la vida la vida sin el otro o separados.

Ven a través de los ojos del otro

Las almas gemelas se compenetran tanto que logran ver a través de los ojos del otro, pueden pensar igual y sienten superiores a las parejas “normales”. Ellos sienten que están más allá.