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Padres: Maneras de corregir a tus hijos sin agresiones

Buenos padres

No importa muchos si eres padre joven o con mucha experiencia, ser padres es una tarea seriamente abrumadora y estresante. A la hora de corregir a nuestros hijos entramos en más de un dilema, es por eso que a continuación le daremos algunas maneras de corregir a tus hijos sin agresiones.

1

Tómate pequeños tiempos

Muchas veces actuamos impulsivamente a la hora de corregir a nuestros hijos, lo hacemos sin pensar y nos terminamos arrepintiendo. En esos momentos de mucho estrés es mejor tomarse un pequeño retiro para pensar mejor, unos momentos para meditar y pensar en la situación que tenemos enfrente y cuáles la mejor solución. Verá que después de ese retiro tu perspectiva será mejor y tu accionar más justo.

2

Dar prioridad a los hijos y a la familia

La desatención es una de las causas más comunes de la indisciplina en los hijos, muchas veces sus actos de rebeldía tiene como fin llamar tu atención; te haz preguntado si pasas realmente el tiempo adecuado con tus hijos y tu familia. Es saludable para ti, para tus hijos y para toda tu familia que pasen tiempo de calidad juntos. Programar al menos un fin de semana al mes para salir en familia fortalece bastante la comunicación y los lazos familiares.

3

Controlar todas las actividades del hogar

Muchas veces es demasiado y nos altera estar pendiente de todas las actividades de la casa, pero no eres el único. Los hijos también se alteran y cometen indisciplinas bajo presión. Una cosa es controlar y otra cosa es intervenir. Hay veces que es bueno saber pero tomar distancia, que tus hijos tengan su espacio y su tiempo para estar solos, no es sano estar de sombra de ellos, esa presión es interpretada como desconfianza y de ahí son solo problemas. Debes usar todo esto a tu favor, tus hijos tienen tiempo para ellos y tú también tendrás más tiempo para ti o estar con tu pareja, en resumen todos felices.

4

Buscar terapia

Hay veces que la situación se sale de control y la ayuda externa es necesaria. La terapia no debe verse como un último recurso, muchas veces es una solución más simple de lo que se cree, sólo hay que decidirse. Debe tener en cuenta que la terapia debe ser tanto para sus hijos como para usted, el problema tiene más de un autor, no siempre que su hijo sea rebelde o indisciplinado es culpa únicamente de él, se trata de un tema familiar.