Cómo retrasar el envejecimiento
Alimentarse sanamente, mantenerse físicamente activo, rodearse de gente joven…
Alimentarse sanamente, mantenerse físicamente activo, rodearse de gente joven…

El envejecimiento es un proceso natural que al que todos tarde o temprano nos vemos enfrentados. Hay factores predeterminados como los genéticos, que no pueden controlarse ni prevenirse. Sin embargo, hay otros como los hábitos de vida saludables, una alimentación balanceada, el manejo del estrés, el buen descanso, la práctica regular de ejercicio físico, etc., que contribuyen a retrasarlo.
Algunos consejos para retrasar el envejecimiento:
Alimentarse saludablemente y vigilar el peso
Practicar actividad física con regularidad
Fomentar el trabajo mental
Evitar el consumo de tabaco
Vivir en compañía
Descansar bien
Evitar el estrés crónico
Pensar y actuar como joven
Mantener una buena alimentación equilibrada y saludable, es fundamental para prevenir enfermedades como la diabetes, las cardiovasculares, el colesterol, los triglicéridos, la obesidad, entre otras.
El realizar ejercicio físico regularmente no sólo contribuye a tener un cuerpo sano, a prevenir enfermedades, a sentirse mejor con uno mismo, reforzar la autoestima, etc: Sino también y fundamentalmente, a tener una mente sana, a prevenir la depresión, la ansiedad, el estrés, todos factores que favorecen el envejecimiento.
Estimular la menta diariamente es de suma importancia para estar bien mentalmente, lúcidos, activos, despiertos y prevenir las pérdidas de memoria y las enfermedades neurodegenerativas características del envejecimiento como por ejemplo: El Alzheimer.
El fumar además de estar directamente relacionado con muchísimas enfermedades como el cáncer, las respiratorias y las cardiovasculares, también favorece el envejecimiento prematuro de la piel.
Muchas veces se dice que la persona no tiene la edad que dice su documento sino la que siente. Vivir en compañía, ser socialmente activo, tener relacionamiento con los demás, rodearse de gente joven activa, optimista, es sumamente positivo y sin dudas retrasa el envejecimiento de espíritu.
El descanso es fundamental para estar joven y sentirse bien. Dormir las horas necesarias para estar lúcido, activo, despierto, con fuerza para afrontar el nuevo día es muy importante. Con las horas de sueño de calidad, se borra de la mente toda aquella información inútil, se refuerzan los conocimientos aprendidos y se reparan los tejidos dañados.
El estrés está directamente asociado con las enfermedades cardíacas, los trastornos digestivos, la depresión, el cáncer, etc. Para evitarlo, hay varias alternativas como ser practicar actividad física, yoga, meditación, etc.
Para retrasar el envejecimiento y sentirse joven, es fundamental pensar y actuar como tal. Para ello, mantenerse activo, involucrarse en distintas actividades que hagan sentir útil, pleno. Emprender nuevos desafíos, dificultades, nuevos emprendimientos que impliquen salir de la rutina (viajar, unirse a algún club, alguna actividad artística, etc.).