Inmigrantes - Abusados, discriminados, segregados y, finalmente, adaptados

Los inmigrantes
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El tema de los migrantes constituye uno de los apartados sociales más comunes hoy en día, tanto así que requiere de un análisis válido para solucionar los distintos fenómenos que tienen parte y afectan a una gran cantidad de personas. Algunos de los países que acostumbran a tratar con inmigrantes son Estados Unidos, España, Chile, Argentina, entre otros, razón por la que han tenido que desarrollar mejores políticas de integración respecto de otros países del mundo, consiguiendo con ello que los nuevos migrantes no sufran los problemas evidentes de un cambio de sociedad, done el desarrollo de la vida y el trabajo son los primeros aspectos que se ven afectados.

La vida de los inmigrantes, normalmente, se complica por la discriminación, segregación y abuso de quienes ven en ellos una oportunidad de ahorrar, por ejemplo. También existe la presión interna de aquel nuevo visitante social que, intenta buscar una nueva identidad dentro del orden de cosas y estructuración de la sociedad con que se encuentra, y también acomodarse dentro de las políticas internas del país en el que se ha radicado, donde las políticas internas -muchas veces- no terminan por consagrar la seguridad que cualquier humano necesita como factor mínimo de supervivencia, surge ahí la deficiencia de los Derechos Humanos.

En el análisis de la vida de los inmigrantes hay varios índices que guardan relación con el grado de abuso, discriminación y segregación del que son objeto, cuestión que en suma origina muchas veces la creación de una irreconciliable posición mental entre lo que busca un inmigrante y lo que le ofrecen en el país en el que se interna. Se debe agregar la existencia de una criminalidad organizada patente que se preocupa de sacar partido de la indefensión de quienes llegan, con esperanza, a un nuevo país en busca del desarrollo económico y social, que anhelan.

Los casos de abuso por parte de organizaciones criminales a inmigrantes comienzan a registrar movimientos importantes desde los años 90, donde al menos diez mil inmigrantes fueron objeto de abuso y discriminación, por ello para organismos internacionales como la ONU, le fue importantísimo consagrar el 18 de Diciembre el Dia Internacional del Inmigrante, con lo que estableció su postura en reconocer a la inmigracion como una realidad que surge a partir de la búsqueda de mejores expectativas de vida y desarrollo, objetivo que es idéntico al consagrado en la mayoría de las cartas fundamentales (Constituciones), pero que contrasta con la realidad que viven cientos de miles de inmigrantes en todo el mundo.

Estados Unidos es la panacea para muchos, el sueño dorado de quien intenta superar la pobreza por medio del trabajo digno, y la oportunidad de surgir en una sociedad que por antonomasia es pluralista, sin embargo, la historia de todo inmigrante comienza con el hambre y el frío, compañeros de quienes desean superarse más allá de las fronteras que lo han visto nacer y que lo impulsan, inevitablemente, a la aventura de lo desconocido.

El trabajo de un indocumentado en Estados Unidos es duro, un ejemplo de ello es la crudeza con que hombres y mujeres deben cruzar la frontera, para luego lidian día a día con un ambiente hostil que le permita conseguir el sueño querido. Con 11 millones de inmigrantes indocumentados, Estados Unidos es una plaza que todos anhelan recorrer, aunque el trabajo para los inmigrantes indocumentados puede llegar a las 14 horas diarias, en algunos casos, con salarios que –en el mejor de los casos- llegan a 360 dólares la semana.

Hoy en día, las cifras estadísticas sobre el nivel de inmigrantes indocumentados en los Estados Unidos llega a los 10.8 millones de personas según informa la Oficina de Estadísticas de Migración en EEUU, lo que representa una baja del 7% respecto de la cantidad que había en el 2008. Las causas de la baja se explican, aparentemente, por la crisis económica que golpeo a todos los mercados. En el caso puntual de los Estados Unidos, el mismo informe aludido anteriormente señala que el 62% de los que llegan indocumentados a EE.UU. provienen de México, y que éstos no pasaron por los puntos de control o entraron con visas provisionales antes del año 2000.

El Instituto Nacional de Inmigración de México señala que al menos 140.000 personas intentan entrar a los Estados Unidos, por lo que las casas de acogida de inmigrantes en México son una parada obligada antes de cruzar el río, literalmente. Lamentablemente a la tortura de tener que llegar a otro país de forma ilegal, se suma la existencia de una politica anti inmigrante que se intensifica de forma importante, permitiendo un aumento sensible de la criminalidad organizada que arremete contra los que no tienen nada por ser estar de forma irregular en EEUU. Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), al menos 1.600 personas son secuestradas y victimizadas por otros delitos, con lo que se logra mover una cantidad de 50 millones de dólares al año.

Actualmente hay 214 millones de migrantes en el mundo, según la Organización Internacional para las Migraciones, con lo que perfectamente con ellos se podría hacer un país completamente nuevo. De los migrantes totales mundiales, de entre 20 y 30 millones poseen la condición de “indocumentados”, lo que contribuye a la creación de nuevas costumbres, tendencias y en el fondo al surgimiento de una cultura más rica, aunque más afecta a problemas emocionales y sociales.

Con una política renovada, hay que hacer caso omiso a las diferencias entre inmigrantes y nacionales, puesto que los indocumentados sea cual sea su condición, siguen siendo personas y teniendo derechos, por lo que la tendencia cada vez es más clara a la integración, dejando en absoluto olvido la segregación de la que viejas políticas hacían alarde y mostrando a las nuevas generaciones que, cuando hay intención de crear algo, las diferencias son parte del mejoramiento común social.