Junk Food - Comida Chatarra: Cómo evitarla sin morir en el intento

Nutrición comida chatarra

Almidón, grasa, sal y aditivos son los constituyentes primordiales de la Comida Chatarra, el invento de la Ingeniería Alimenticia que encontró el talón de Aquiles de la Nutrición moderna. Rica, atractiva a la vista, fácil de comer, económica y de gran disponibilidad, la Junk Food es el resultado exacto de la ecuación de factores que imprimen la vida del ser humano actual.

Ahora que todos saben que la comida chatarra no es buena hay un enorme aparato industrial y comercial llenando góndolas y estantes con millones y millones de cientos de variedades de snacks, tanto en supermercados y puestos de Comida Rápida como en kioscos, a lo largo y a lo ancho del planeta. Evitarla es posible pero no es fácil; al parecer, la clave está en la educación y en la familia, al menos, mientras se gestan esfuerzos colectivos que intentan combatirla.

Desatendiendo uno de los principios básicos que definen el mismo concepto de ser vivo, por alguna razón, los humanos tendemos a caer en conductas insalubres en forma repetitiva. Es que justo allí, en el hueco que surge de vivir apurado, de no tener tiempo para desayunar juntos en familia, de sentir hambre en el trabajo, de tener disponibles 30 minutos para comer, allí encaja perfectamente la comida chatarra.

¿Cómo evitarla?

Planificación: Cocinar más abundantemente comida casera ayuda a evitar caer en la tentación de las comidas rápidas cuando se tiene hambre y se está cansado. El excedente se guarda en porciones, se refrigera o incluso, se congela para ser consumido después.

Compras: Cuando se van a realizar las compras se debe pensar en consecuencia: ¿Qué compraré para las meriendas de los niños? ¿Qué podremos comer el viernes por la noche? O sea comprar ingredientes saludables, frutas y preparaciones caseras en demasía para que no falten en casa.

Tiendas de Comida sana: Han comenzado a aparecer tiendas de comida sana. No es necesario esperar sufrir de obesidad o hipertensión para entrar y ver los productos que se ofrecen.

Información: Hay que estar atentos. La nutrición no es poca cosa, al fin y al cabo, "somos lo que comemos". Vale informarse para conocer sobre nutrientes a fin de entender mejor el etiquetado de los envases y ayudarnos a tomar mayor conciencia.

La excusa: No hay excusa para consumir algo que sabemos, no nos hace bien. No podemos permitirnos más excusas para seguir comiendo comida chatarra. Comer un plátano o banana es tan sencillo como abrir un envase de comida chatarra.

Las salidas: Se puede comer bien afuera, sólo que se deben evitar las ofertas Fast Food donde sólo pueden conseguirse frituras. Además, no toda la comida rápida es comida chatarra.

El trabajo: La mejor comida para comer en el trabajo es la que prepara uno. Un sándwich con vegetales y queso es comida rápida, pero no chatarra.

La educación: Mantener un firme consenso familiar acerca de que ciertos alimentos no deben consumirse es quizá la mejor prevención que podamos tener. Los niños pueden aprender desde pequeños cuáles alimentos son comida chatarra y que este tipo de comida hace mal.

Por algo será:

La OMS ha sugerido aumentar los impuestos a la fabricación de comida chatarra. En base a resultados de investigación estadística, hay una relación directa entre su consumo y el desarrollo de obesidad infantil, desgaste cardíaco, hipertensión arterial, diabetes del tipo II, anemia, falta de rendimiento intelectual y afecciones renales.

La hipertensión arterial infantil era, hasta hace un tiempo, desconocida. Es que la alta proporción de sal que suelen contener las infinitas variedades de Junk Food genera aumento de presión sanguínea en los niños.

Por otra parte ya se conoce que los resaltadotes de sabor como los derivados del ácido glutámico, los colorantes como la tartrazina el colorante caramelo, los conservantes y el proceso de "quemado" que llevan algunos productos salados para dejarlos crocantes, son pésimos para la salud. A algunos de estos aditivos favorecen la aparición de tejido canceroso en tanto que otros se relacionan con el conocido mal de los niños de la nueva era: El síndrome de Hiperactividad con déficit de atención.

En tanto los consumidores hacen lo que pueden, los gobiernos comienzan a pensar en frenar la industria masiva de alimentos de bajo valor nutritivo; los fabricantes se esmeran por seguir reinando luciendo nuevas variedades de comida chatarra con etiquetas tales como: 0%, libre de grasas trans, sin azúcar agregado, sin colorantes, con vitamina C, bajas calorías, etc.