Origen del calendario gregoriano

El reemplazo del calendario juliano por el gregoriano se debió principalmente a que la Semana Santa estaba a punto de cambiar de estación, de primavera, como sostiene la Biblia, a invierno debido a un desfase de días.

Calendario gregoriano

El calendario gregoriano es originario de Europa, actualmente, es utilizado de manera oficial en casi todo el mundo. Fue denominado de esta manera en honor a su promotor el Papa Gregorio XIII, cuyo pontificado se dio entre los años 1572 y 1585. Este calendario sustituyó en 1582 al calendario juliano, el que fue utilizado desde que Julio Cesar lo instaurara en el año 46 a.C.

El Papa promulgó el uso de este calendario a través de la bula Inter Gravissimas, basándose en principios astronómicos incorporó los años bisiestos al agregarle un día al mes de febrero cada cuatro años. El uso de este nuevo calendario tardó más de 300 años en ser aceptado en algunos países.

Origen

El origen de este cambio llegó a raíz de los acuerdos en el Concilio de Trento. El objetivo era eliminar el desface producido desde el primer Concilio de Nicea en el año 325. En aquel momento se fijaron los días en los que se tenía que celebrar la Pascua y, de paso, el resto de las celebraciones religiosas. Es decir, lo que se tenía que hacer era adaptar el calendario civil al año trópico (el tiempo exacto que tarda la Tierra en dar una vuelta al sol).

El Papa Gregorio XIII fue el principal impulsor de este nuevo calendario y, para conseguir este objetivo, hizo que desaparecieran los diez días que se habían acumulado desde que se instaurase el calendario juliano. Estos fueron los días del 5 al 14 de octubre de 1582. La Universidad de Salamanca fue donde se descubrió este desfase luego de realizarse varios estudios sobre el paso de los días.

El calendario juliano marcaba el 1 de enero como el inicio del año, pero con 365 días y seis horas. El año bisiesto, que trata de recuperar esas horas, incluía un día entre el 25 y el 24 de febrero cada cuatro años. Pero el calendario juliano tenía un margen de error de 11 minutos y 14 segundos y los días se intercalaron de manera errónea.

Es así que el equinoccio se adelantó al 11 de marzo y, con ello la celebración de la Semana Santa. De continuar con este error, la liturgia se celebraría cada vez antes, llegando a cambiar de estación y ello chocaba directamente con lo escrito en la Biblia, pues ella especifica que Jesús murió en el mes judío de nisán (primavera en Europa). En ese sentido, el Papa decidió también fijar el equinoccio el 21 de marzo, para que la Pascua se celebrase siempre en primavera.

La era cristiana

Los romanos contaban los años desde la fundación de Roma, es decir, ab urbe condita, cuya abreviación era a.u.c. En la era cristiana, con el Papa Bonifacio IV en 607, el origen de escala pasó a ser el nacimiento de Cristo. El monje rumano Dionisio el Exiguo, matemático, basándose en la Biblia y otras fuentes históricas, entre los años 526 y 530, había fechado el nacimiento de Cristo el día 25 de diciembre del año 753 a.u.c. Este año pasó a ser el año 1 A.D. Anno Domini, año del Señor, pero los años anteriores a este seguían siendo años a.u.c. Finalmente en el siglo XVII se nombran los años anteriores al 1 A.D. como años antes de Cristo, a.C. y los posteriores son años después de Cristo, d. C.